El incidente ocurrió durante la noche del 7 de septiembre de 2017, en una toma del Colegio Nacional de Buenos Aires.
En medio de una toma de estudiantes de izquierda en el Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA), una prestigiosa escuela secundaria dependiente de la Universidad de Buenos Aires (UBA), se produjo un grave caso de abuso sexual que sacudió a la comunidad educativa y a todo el país en esa época, el cual intentó ser encubierto por Ofelia Fernández, entonces dirigente estudiantil.
El incidente ocurrió durante la noche del 7 de septiembre de 2017, involucrando a una alumna de 14 años como víctima y a un estudiante de 18 años, mayor de edad e imputable, como el acusado del abuso. La joven, que conocía al agresor y lo consideraba un “amigo”, describió la experiencia como “horrible“, dejándola profundamente afectada.
Una semana después, la víctima compartió su testimonio en un grupo cerrado de Facebook exclusivo para alumnos del CNBA, donde además alertó que no se trataba de un caso aislado en la institución. Los miembros del centro de estudiantes del CNBA fueron los primeros en enterarse del hecho, antes que las autoridades escolares.
Sin embargo, decidieron no denunciarlo de inmediato a las autoridades, justificándolo en el supuesto “respeto por los deseos de la víctima“. No fue hasta el 27 de septiembre, más de 20 días después, que las autoridades del colegio, encabezadas por el rector Gustavo Zorzoli, se enteraron del suceso.
En este contexto, Ofelia Fernández, entonces una activista estudiantil izquierdista de 17 años y presidente del centro de estudiantes de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, otro colegio dependiente de la UBA, optó por encubrir el abuso sexual.
Fernández comentó sobre el caso en entrevistas y asambleas intercolegiales. En un artículo publicado en 2017, en lugar de pedir justicia y la condena del abusador, enfatizó la urgencia de implementar la “educación sexual integral“, criticando la exposición mediática por “revictimizar” a la afectada.
“Esto deja en evidencia el nivel de información que hay en la escuela. Si no sabés lo básico de cómo moverte en estos casos, queda demostrado que no hay aplicación de la Educación Sexual Integral“, afirmó.
Además, Fernández declaró: “La escuela se tiene que hacer cargo como institución. El protocolo no puede echarlo de la escuela, porque no resolvería nada. Eso no garantiza que no lo haga en un espacio nuevo“.
Con estas repudiables declaraciones, Ofelia no solo no pidió justicia por la estudiante de 14 años, sino que directamente defendió, e incluso victimizó, al acusado de abuso sexual, minimización del incidente e intentando ocultar el caso.
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