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Axel Kicillof evitó admitir su gran derrota en PBA y criticó a Javier Milei

En un discurso cargado de victimismo y acusaciones, el mandatario provincial buscó minimizar el histórico avance de La Libertad Avanza.

Con el 95% de las mesas escrutadas, los números fueron contundentes: La Libertad Avanza se impuso en la provincia de Buenos Aires con el 41,53% frente al 40,84% de Fuerza Patria, el sello kirchnerista que lidera Axel Kicillof. A pesar del resultado irreversible, el gobernador bonaerense se presentó pasadas las 23 en el búnker de La Plata para pronunciar un discurso en el que evitó reconocer abiertamente la derrota y prefirió confrontar con el gobierno nacional.

“Se equivoca Milei si festeja este resultado electoral, donde seis de cada diez argentinos han dicho que no están de acuerdo con el modelo que propone”, lanzó Kicillof, intentando relativizar el alcance de la victoria libertaria.

En un tono contenido pero desafiante, Kicillof agradeció “al pueblo de la Provincia de Buenos Aires que dio un enorme ejemplo cívico y de democracia”, y a los integrantes de su espacio político: “Quiero agradecer a los candidatos y candidatas de Fuerza Patria, a los intendentes e intendentas por cuidar a su gente, a Sergio Massa, a Máximo Kirchner, a toda la dirigencia y a los movimientos sociales”.

El momento más polémico de su discurso llegó cuando reivindicó a la expresidente Cristina Fernández de Kirchner, afirmando: “Agradecer especialmente a alguien que debería estar acá pero está injustamente presa, Cristina Fernández de Kirchner”. Esa frase generó fuertes críticas en redes sociales, donde se interpretó como un intento de victimización política en medio de la derrota.

El mandatario reconoció que la elección fue “muy ajustada, con una mínima diferencia”, aunque destacó que Fuerza Patria renovará sus 15 bancas y sumará un diputado más en la Cámara baja. No obstante, el eje de su mensaje estuvo dirigido a cuestionar al presidente Milei: “Se equivoca Milei si pasa por alto la situación que está atravesando nuestro pueblo de enorme sufrimiento. Donde se han perdido empleos, donde ha caído la actividad y donde los más vulnerables sufren cada día más”, expresó.

Kicillof también retomó su habitual discurso antiempresarial, al criticar los acuerdos internacionales impulsados por el Gobierno:  “El Gobierno se fue a pedirle a Estados Unidos auxilio y apoyo. Quiero aclarar que ni el gobierno norteamericano ni JP Morgan son sociedades de beneficencia. Si vinieron a la Argentina no es para otra cosa que para llevarse un lucro y poner en riesgo nuestros recursos”, sostuvo, en una frase que fue celebrada por su militancia pero cuestionada por el arco opositor.

Acompañado por Sergio Massa y Máximo Kirchner, el gobernador insistió en marcar distancia del rumbo del Ejecutivo nacional, evitando cualquier autocrítica por la pérdida del principal bastión electoral del kirchnerismo.

“Desde el día de mañana tenemos que ver si mejora algo la situación de nuestra provincia, de nuestra gente, de los que tienen un día a día cada vez peor”, advirtió, asegurando que “la situación de nuestro pueblo no va a mejorar en un milímetro mientras sigan con las mismas políticas”.

Con tono desafiante, definió la disputa política como un enfrentamiento entre “dos modelos de país”: uno, según él,  “que ataca jubilados, personas con discapacidad y a quienes trabajan”; y otro, el del kirchnerismo, que prometió “defender como escudo a los que sufren”.

“Vamos a usar todos los recursos y todas las posibilidades para seguir funcionando como escudo para cuidar a los que sufren”, reiteró Kicillof ante los militantes que lo ovacionaban en el teatro Coliseo Podestá de La Plata.

Derechadiario.com