Se anuló su sobreseimiento y ordenaron seguir la causa por abuso de autoridad durante la pandemia más larga del mundo.
La Cámara Federal porteña revocó el sobreseimiento al expresidiente Alberto Fernández, que lo había beneficiado en la causa por la extensión de la cuarentena con fines electorales durante la pandemia del Covid-19, al considerar que la investigación fue cerrada “de manera prematura” y sin agotar las medidas de prueba.
El fallo, firmado por los camaristas Mariano Llorens y Pablo Bertuzzi de la Sala I, dispuso que se continúe con la pesquisa por presunto abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público, delitos que podrían configurarse si se comprueba que las restricciones impuestas no respondieron a criterios sanitarios sino a conveniencias políticas.
La decisión del tribunal coincide con la posición del fiscal federal Carlos Stornelli, quien había apelado el sobreseimiento dictado por la jueza María Servini en junio pasado. Stornelli sostuvo que la causa fue cerrada sin contar con pruebas suficientes y que la hipótesis de que el aislamiento prolongado sirvió como herramienta de control político “no puede descartarse sin una investigación más profunda”.
El expediente se originó tras declaraciones del exministro de Economía Martín Guzmán, quien reconoció que la cuarentena “fue más larga de lo que debía” y que el Gobierno la utilizó como una “bandera política” porque el manejo de la pandemia fortalecía la imagen oficialista.
A pesar de que luego Guzmán relativizó sus dichos, el testimonio encendió las alarmas judiciales. La fiscalía impulsó la causa para determinar si las decisiones del entonces presidente se basaron realmente en recomendaciones sanitarias o si respondieron a una estrategia electoral y comunicacional.
En su fallo anterior, la jueza Servini había considerado que no existía delito y que los decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) que impusieron el confinamiento fueron avalados por el Senado. También argumentó que no existía un parámetro “objetivo y universal” para definir cuándo las restricciones dejaron de ser necesarias.
Sin embargo, la Cámara contradijo esa interpretación. Los camaristas advirtieron que no se incorporaron los resultados de los estudios sobre “humor social” y valoración de gestión que había contratado la Secretaría General de la Presidencia durante la pandemia. Dichos sondeos, según Stornelli, podrían mostrar si el Ejecutivo utilizó las mediciones de opinión pública para sostener artificialmente la cuarentena.
Se ordenó producir un análisis comparativo regional sobre la duración de las medidas de aislamiento en otros países, con el fin de determinar si la gestión kirchnerista extendió el encierro más allá de lo necesario. El estudio busca ofrecer un parámetro objetivo para evaluar la proporcionalidad y razonabilidad de las restricciones
El caso regresará al despacho de Servini, quien deberá retomar la investigación y reunir las pruebas pendientes. Si se comprobara que la prolongación de la cuarentena obedeció a motivaciones políticas y no sanitarias, el expresidente podría enfrentar un proceso penal por abuso de autoridad, en el marco de la emergencia sanitaria más extensa y controvertida de la historia argentina.
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