08/23/2025

Dos de los vetos y uno de los proyectos de los gobernadores quedaron sin tratar

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El fracaso del rechazo al veto por el aumento a jubilados cambió el clima en el seno de la oposición, que si bien ganó en las cuatro votaciones posteriores, ya había perdido el aura triunfal que le había dado lograr fácil el quórum e imponerse con Discapacidad. Al volver a trastabillar, decidió postergar todo, y UP le pasó factura a los gobernadores.

Por José Di Mauro

Ya había pasado largamente la medianoche y tras más de doce horas de sesión, la Cámara baja se aprestaba a ingresar a la parte final de una larga jornada. Quedaban pendientes dos vetos sobre los que la oposición ya tenía serias dudas respecto de la posibilidad de rechazarlos, y el segundo de los proyectos impulsados por los gobernadores.

Fue justo después de que se aprobara sin votos en contra (mas no unanimidad por las abstenciones) un proyecto que mereció incluso elogios por las coincidencias alcanzadas entre todos los sectores. Según el organigrama establecido con el envío del pedido de sesión, le tocaba el turno al veto sobre la emergencia en Bahía Blanca y el de la moratoria previsional, cuyo rechazo nunca tuvo chances de prosperar. Por algo esos temas habían sido ubicados en ese orden de tratamiento.

Lo mismo que el último proyecto, el de los gobernadores para redistribuir el Impuesto a los Combustibles Líquidos, reservado para el último lugar. Si los gobernadores no se comportaban como le parecía debían hacerlo a la oposición en su conjunto -pero muy especialmente a UP-, pagaría ese proyecto. Y así fue.

Primero fue el turno del veto a la ley que declara la zona de emergencia y en situación de catástrofe a la Provincia de Buenos Aires, especialmente a los municipios de Bahía Blanca y Coronel Rosales, que fuera totalmente observado y devuelto por el Poder Ejecutivo nacional. Vetado por el Poder Ejecutivo, si la oposición lograba los dos tercios para rechazarlo, quedaría automáticamente convertido en ley, por haber sido avalado ya por el Senado.

Pero para ser tratado necesitaba, como el resto de los vetos, ser avalado su tratamiento por los dos tercios de los presentes. Probaron a mano alzada y pareció que los dos tercios no estaban. No obstante, el presidente de la Cámara, Martín Menem, pidió hacer una votación nominal, pues dijo que a simple vista no podía determinar si estaban los dos tercios.

La votación nominal corroboró la percepción: 142 votos a favor, 89 en contra y 4 abstenciones. Los dos tercios ya no estaban.

La emergencia en Bahía Blanca quedaba nuevamente postergada y nada indicaba que la moratoria tuviera mejor suerte, por lo que pidió la palabra Germán Martínez, para reconocer “todas las tensiones que provocó el veto a las jubilaciones”, por lo cual consideró que “este tema creemos estar en condiciones de poder tratarlo en otra sesión; vale lo mismo para el tema moratoria… Hoy, a este momento, nosotros no tenemos certezas de poder aprobar el dictamen de mayoría de ICL, así que, en función de esto, nosotros pensamos que lo mejor es retirarnos en este momento y después seguir en una nueva sesión”.

El reloj marcaba la 1.04, y Martín Menem levantó la sesión por falta de quórum.