Julieta Silva fue condenada en 2018 a tres años y 9 meses de cárcel por la muerte de su novio, Genaro Fortunato. En las últimas horas, la mujer fue imputada por desobediencia judicial y amenazas contra la hija mayor de su marido. Los detalles, en la nota.
Julieta Silva sumó una nueva imputación que la llevó de vuelta a la cárcel de San Rafael. La mujer, que fue condenada a tres años y nueve meses por asesinar a su exnovio en 2017, fue acusada nuevamente en la Justicia. En este caso, la hija de su pareja la denunció por amenazas.
Tras cumplir la pena, la mujer rehízo su vida y se casó. Sin embargo, la semana pasada su actual marido, con quien tiene una hija de un año, la denunció por maltrato. Por esta nueva denuncia, Silva cumplía con prisión domiciliaria desde el jueves pasado, pero este lunes el fiscal de feria ordenó que sea detenida y trasladada a un penal.
La denuncia fue radicada el pasado 17 de julio ante el Ministro Público Fiscal de Mendoza, cuando oficiales se dirigieron hasta la casa del matrimonio y constataron que el hombre presentaba signos de agresión física.
Silva quedó bajo arresto domiciliario con tobillera electrónica por ser madre de una beba de un año. En tanto, en los últimos horas, perdió ese beneficio al ser imputada por el delito de “desobediencia y amenazas”, ya que habría incumplido una prohibición de acercamiento que había sido impuesta por el Juzgado de Familia provincial respecto a la hija de su ex, Lucas Giménez, según indicaron fuentes judiciales.
“En vistas de todo lo expuesto, se ha decidido que la imputada sea enviada al penal, atento que podría estar influenciando en las declaraciones del denunciante y que ha violado las reglas de conducta”, explicaron desde el MPF en un comunicado.
Según el testimonio de un cuidacoches, el joven se puso delante del vehículo e intentó detenerla, pero la mujer arrancó el auto y atropelló a su novio. Luego de atropellarlo, dio un giro en U y volvió a pasarle por encima, cuando el joven ya estaba tendido en el piso.
Silva aseguró en su declaración no haberlo visto a Fortunato porque el lugar estaba “muy oscuro, llovía y no tenía puestos sus anteojos”. En ese sentido, ante el juez afirmó: “Tuve la sensación de que había pisado un pozo y seguí”.
Por último, en septiembre de 2018, Silva fue condenada a tres años y 9 meses de prisión por el asesinato de Fortunato. Para el Tribunal, la mujer atropelló al joven, pero lo hizo sin intención de matarlo.
Según el testimonio de un cuidacoches, el joven se puso delante del vehículo e intentó detenerla, pero la mujer arrancó el auto y atropelló a su novio. Luego de atropellarlo, dio un giro en U y volvió a pasarle por encima, cuando el joven ya estaba tendido en el piso.
Silva aseguró en su declaración no haberlo visto a Fortunato porque el lugar estaba “muy oscuro, llovía y no tenía puestos sus anteojos”. En ese sentido, ante el juez afirmó: “Tuve la sensación de que había pisado un pozo y seguí”.
Por último, en septiembre de 2018, Silva fue condenada a tres años y 9 meses de prisión por el asesinato de Fortunato. Para el Tribunal, la mujer atropelló al joven, pero lo hizo sin intención de matarlo.
Cronica.com