28/06/2025

En la ONU, el Gobierno volvió a alinearse con Estados Unidos e Israel

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Argentina fue uno de los únicos tres países que votó en contra de la creación del Día Internacional de la Coexistencia Pacífica. Javier Milei busca reafirmar sus lazos con Donald Trump y Bejamin Netanyahu.

El gobierno argentino dio una nueva muestra de su decisión estratégica de alinearse con Estados Unidos e Israel, al votar en la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en contra de la creación del Día Internacional de la Coexistencia Pacífica. Argentina, al igual que esos dos países, fueron los únicos en oponerse a la declaración, que fue aprobada por la Asamblea General con 162 votos a favor, dos abstenciones (Paraguay y Perú) y tan sólo tres rechazos.

La votación se realizó este martes sobre una propuesta impulsada por el reino de Bahrein, que venía trabajándose desde finales de enero, para declarar el 28 de enero como Día Internacional de Coexistencia Pacífica. La fecha, que se celebrará anualmente, busca destacar el compromiso de los estados que integran la ONU “la promoción de la tolerancia, el respeto de la diversidad religiosa y cultural y los derechos humanos”.

La resolución “invita a todos los Estados Miembros a que sigan promoviendo una cultura de paz para ayudar a hacer realidad la paz y el desarrollo sostenible, en especial celebrando los días internacionales, regionales y nacionales a este respecto y movilizando los esfuerzos de la comunidad internacional con miras a promover la paz, la tolerancia, la inclusión, el entendimiento y la solidaridad”.

La posición argentina fue planteada con su voto por el embajador argentino ante la ONU, Francisco Tropepi, quien adhirió a las reservas planteadas por el representante estadounidense, Edward Heartney. El hombre de Donald Trump en el organismo argumentó que la resolución “promueve un programa de gobernanza global blanda que es incompatible con la soberanía” de cada país. También expresó que la declaración podría ser “utilizada para dar a entender que las Naciones Unidas respaldan los cinco principios de coexistencia pacífica de China”.

En particular, Tropepi (quien había sido embajador argentino en Israel) protestó por la mención en el texto de la Agenda 2030, que “incluye un compromiso de promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y construir a todos los niveles instituciones eficaces e inclusivas que rindan cuentas”. En su momento, el presidente Javier Milei renegó públicamente de esa guía de objetivos en la que coincide el grueso de los países de la ONU.

Las razones del alineamiento entre Argentina, Estados Unidos e Israel

La votación significa un nuevo intento por conformar un eje Washington-Tel Aviv-Buenos Aires, en la búsqueda del presidente Javier Milei de fortalecer las relaciones con países y líderes que comparten su visión económica y geopolítica, como Donald Trump y Benjamin Netanyahu.

La decisión, sin embargo, deja lugar a algunas contradicciones con lo que había ocurrido hasta ahora. Algo de eso ya se vio en la reciente votación del 24 de febrero pasado, cuando el gobierno de Javier Milei modificó su posición internacional y se abstuvo de respaldar una resolución de la ONU que le exigía a Rusia retirar todas sus fuerzas militares de Ucrania. 

Para eso debió postergar las ilusiones de Vladimir Zelenski, el presidente ucraniano por quien Milei había manifestado una especial estima y con quien se había reunido en varias ocasiones desde diciembre de 2023.

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