Strada cargó contra el RIGI y la reducción de impuestos, defendiendo el esquema fiscal heredado.
La diputada ultrakirchnerista Julia Strada volvió a quedar expuesta en el Congreso tras acusar al presidente Javier Milei de “aprobar leyes sin financiamiento”, en un intento por cuestionar la política de reducción impositiva impulsada por el Gobierno nacional. En su intervención, la legisladora se lanzó a enumerar impuestos eliminados o reducidos, como si bajar la presión fiscal fuera un delito y no una corrección necesaria tras décadas de voracidad estatal.
“Ustedes votaron sin tener fuente de financiamiento, eliminaron Bienes Personales… ¡Eliminaron muchos impuestos!”, reprochó Strada, evidenciando una concepción fiscal propia del kirchnerismo duro, donde el Estado siempre debe recaudar más, aun cuando eso asfixie a trabajadores, empresas y jubilados.
En su exposición, la diputada también cuestionó el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), al que acusó de haber reducido “gran parte” de los impuestos que recaían sobre los proyectos productivos. Para el kirchnerismo, cualquier esquema que incentive inversiones privadas y generación de empleo es sospechoso, especialmente si implica quitarle poder recaudatorio al Estado.
Strada también criticó la modificación de alícuotas en sectores clave, como el complejo sojero. En ese marco, reprochó que el Gobierno haya llevado la alícuota del “acero de soja” en octubre, en una confusa referencia técnica que volvió a mostrar el rechazo del espacio K a cualquier revisión del esquema de retenciones heredado.
El punto central de su enojo, sin embargo, fue la planificación oficial para reducir el impuesto a las Ganancias. La diputada renegó abiertamente de la posibilidad de aliviar la carga sobre trabajadores y empresas, una postura coherente con el modelo kirchnerista que durante años utilizó este tributo como una herramienta de ajuste encubierto, incluso sobre salarios que perdían contra la inflación.
Desde el Gobierno, la postura es clara: la Argentina necesita dejar atrás el modelo de impuestos altos, emisión y déficit crónico. La eliminación de tributos distorsivos y la reducción de la presión fiscal forman parte de una estrategia integral de ordenamiento macroeconómico, crecimiento genuino y recuperación del sector privado.
Las críticas de Strada no hacen más que confirmar el contraste entre dos modelos. De un lado, un Gobierno que busca que la economía crezca reduciendo impuestos y gasto improductivo. Del otro, un kirchnerismo que sigue defendiendo un Estado sobredimensionado, financiado a fuerza de impuestos, inflación y estancamiento.
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