En la cena de la Fundación Faro, el Presidente ratificó el rumbo liberal del Gobierno, defendió el equilibrio fiscal, y afirmó que la Argentina y la región atraviesan un despertar.
En un cierre de año cargado de definiciones políticas e ideológicas, el presidente Javier Milei brindó un discurso de fuerte impacto en la cena anual de la Fundación Faro, donde combinó un mensaje de condena al terrorismo islámico, una reivindicación del programa económico de su Gobierno y una lectura optimista sobre el rumbo político de América Latina.
El mandatario expresó su solidaridad con la comunidad judía tras el atentado antisemita ocurrido en Australia, perpetrado por dos musulmanes, y sostuvo que se trató de una amenaza que excedió a una comunidad específica. “Esta amenaza trasciende al pueblo judío porque es una afrenta contra la libertad misma”, afirmó durante la cena, al tiempo que envió sus condolencias a las víctimas y advirtió sobre el crecimiento del antisemitismo a nivel global.
“Primero, mi solidaridad con la comunidad judía en la Argentina y en el mundo, en un contexto global en el cual el antisemitismo se encuentra en expresiones cada vez más aberrantes”, remarcó.
En ese marco, Milei vinculó el ataque con lo que definió como la necesidad de dar la “batalla cultural”. “Actos como estos nos recuerdan la importancia de la batalla cultural que estamos dando. El virus woke muchas veces exige mirar para otro lado. Lo que está mal, está mal y basta”, sentenció, y alertó sobre el avance de esa corriente ideológica en Europa y Occidente.
Tras abordar el escenario internacional, el Presidente celebró el triunfo del dirigente de derecha José Antonio Kast en Chile. “En una noticia feliz, quiero enviar mis felicitaciones a José Antonio Kast y al pueblo chileno. Es una señal de que Latinoamérica ha despertado”, sostuvo. En la misma línea, afirmó que “el continente está despertando y está rugiendo gritando ‘Viva la libertad, carajo’”, y aseguró que la región comienza a dejar atrás “la calamidad del socialismo del siglo XXI”.
A lo largo de su exposición, Milei insistió en que “cada centímetro ganado a la izquierda es una conquista de cada ser humano que quiere volver a vivir en libertad”, y cuestionó a los sectores progresistas por haber dominado durante décadas el plano narrativo. “La izquierda ha sabido presentar sus mentiras como apetecibles, sin tener en cuenta las consecuencias ni si dichas ideas eran realizables”, afirmó, al tiempo que recordó que “lo mejor del socialismo es que suena lindo, pero nunca funciona” y que ese sistema “asesinó a 150 millones de seres humanos”.
En un tono más confrontativo, el mandatario describió a quienes se oponen a las ideas libertarias como “vampiros profesionales” y “vagos permanentes”. “La diferencia entre ellos y nosotros es espiritual. Nunca se rinden, por eso no podemos abandonar la batalla cultural”, expresó.
El discurso incluyó un extenso apartado económico. Milei rechazó la distinción entre macroeconomía y microeconomía y sostuvo que “la macro es la suma de la micro”. “Salvo economistas de cuarta colgados en el tiempo, los serios hacen equilibrio general intertemporal”, ironizó. También respondió a las críticas sobre la supuesta falta de políticas sectoriales: “Gracias a los que dicen que este gobierno no se ocupa de la micro, porque eso demuestra que es un gobierno honesto. Elegir ganadores es lobby y corrupción pura”.
En ese sentido, defendió el liberalismo como marco de acción estatal. “Un gobierno liberal se dedica a nivelar la cancha, a respetar el derecho a la vida, la libertad y la propiedad privada. Después, que compitan”, afirmó. Y reiteró que las políticas de gasto público para estimular el consumo son ejemplos de “ideas populares que no tienen por qué ser verdaderas”.}
El Presidente destacó los resultados de su gestión: recordó que el Gobierno bajó el déficit fiscal consolidado de 15 puntos del PBI a 0, redujo impuestos por 2,5 puntos del PBI, cerró el déficit cuasifiscal a los seis meses y eliminó la mitad de los ministerios. “Demostramos que el ajuste se puede hacer y que sea expansivo”, sostuvo, y aseguró que su administración sacó a 12 millones de personas de la pobreza “eliminando a los gerentes de la pobreza”.
También mencionó que el programa económico resistió un “ataque especulativo” de 41.000 millones de dólares sobre la dolarización del M2 y ocho meses de cuestionamientos permanentes. “Sin embargo, el programa está de pie y hoy la Argentina vuelve a crecer”, subrayó.
Durante el cierre, Milei tuvo palabras elogiosas para el ministro de Economía Luis Caputo, a quien definió como “el mejor ministro de Economía de la historia” y bromeó con otorgarle “el premio al benefactor del año”, mientras prometió continuar con la baja del gasto y de los impuestos.
El evento se realizó en la sede del Yacht Club de Puerto Madero y contó con la asistencia de 400 invitados, entre funcionarios, empresarios del agro, la energía y las finanzas. El Presidente llegó minutos antes de las 21 y fue acompañado por gran parte de su gabinete. Antes de su discurso, tomó la palabra el titular de la fundación, Agustín Laje, quien convocó a “dar la batalla cultural” y afirmó que “el futuro es de derecha”.
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