La iniciativa fue presentada por un diputado de Unión por la Patria y es respaldada por los gremios del sector taxista.
Un proyecto presentado por el kirchnerismo en la Legislatura porteña reavivó la polémica en la Ciudad de Buenos Aires al proponer la prohibición del uso de autos particulares en servicios como Uber, Cabify y Didi, además de aumentar regulaciones, amenazando con reducir drásticamente la disponibilidad de vehículos para los pasajeros.
La iniciativa, impulsada por el legislador Alejandro Grillo, de Unión por la Patria, es respaldada por los gremios del sector taxista. Lejos de modernizar el sistema, el texto plantea restricciones que podrían afectar de manera directa a los usuarios de aplicaciones digitales, utilizadas diariamente por miles de personas.
El proyecto, actualmente en comisión a la espera de tratamiento en el recinto, propone una reforma integral del Código de Tránsito y Transporte, bajo el argumento de “modernizar y ordenar” la actividad. Sin embargo, la iniciativa introduce trabas que limitan severamente la oferta de autos disponibles.
El punto más controvertido es la prohibición explícita del uso de autos particulares en las apps. El texto establece que solo podrán operar vehículos “habilitados” y conducidos por choferes “debidamente registrados y bajo relación laboral formal”, lo que excluiría a miles de conductores independientes que hoy dependen de estas plataformas para generar ingresos.
De aprobarse, la medida desarmaría el modelo operativo de servicios como Uber, provocando menos autos disponibles, mayores tiempos de espera y tarifas más elevadas, especialmente en horarios de alta demanda.
El proyecto de Grillo fue presentado con fuerte apoyo de gremios como Peones de Taxis, el Sindicato de Conductores de Taxis, SPAT, UPAT, CAMETAX y UPIMRRA, sectores que desde hace años mantienen una disputa con las plataformas digitales por competencia.
Mientras tanto, los usuarios, principales afectados, no fueron contemplados en la discusión inicial. En un contexto en el que las apps se convirtieron en una alternativa rápida y segura para viajar, el avance de estas restricciones podría empeorar aún más la movilidad en la Ciudad.
Los gremios justificaron el proyecto en que la ventaja que sacaron algunas aplicaciones en los últimos años se debe a que se hace “imposible competir” para el resto de opciones. No obstante, en lugar de proponer una reducción de la burocracia y más libertad para competir, impulsan un proyecto que perjudica a millones de usuarios.
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