El gobierno bonaerense volvió a reservar un “corralito de aplaudidores” en el Hipódromo de La Plata para garantizar una ovación controlada a Axel Kicillof en medio del creciente malestar interno por la gestión de Mariano Cowen.
Como en 2023 y 2024, el gobierno bonaerense reservó más de cien butacas en la tribuna principal del Hipódromo de La Plata para aplaudidores traídos en micros desde Tolosa y Ringuelet. Según denunciaron trabajadores, desplazaron a espectadores comunes para asegurar una ovación controlada al gobernador Axel Kicillof, en medio del creciente descontento por la gestión del hipódromo y las crisis que rodean a su administrador, Mariano Cowen.
Un operativo ya clásico en los actos del gobernador
El Premio Dardo Rocha, uno de los eventos más tradicionales del turf platense, volvió a convertirse en escenario político. Tal como viene ocurriendo durante los últimos años, el gobierno bonaerense implementó un operativo para garantizar un clima de ovación “a medida” para la llegada del gobernador Axel Kicillof.
Según confirmaron a REALPOLITIK empleados del Hipódromo, más de cien butacas de la tribuna principal fueron bloqueadas desde temprano para un grupo de militantes transportados en micros desde Tolosa y Ringuelet. “Los tenían listados, entraban directo y los acomodaban ahí. Si vos eras público común, te dejaban parado o te mandaban a otro lado”, relató un trabajador del área de acceso.
La maniobra generó malestar entre los asistentes habituales del Premio Dardo Rocha, muchos de los cuales debieron ver la carrera desde sectores secundarios pese a haber llegado con anticipación. “Nos dijeron que esas filas estaban reservadas, pero nunca explicaron para quién. Después vimos bajar los micros… estaba claro”, denunció una espectadora que asiste al evento todos los años.
Según pudo reconstruir este medio, parte del personal del Hipódromo recibió la orden directa de “priorizar al grupo especial” porque debía estar visible y listo para aplaudir de pie durante el ingreso del mandatario.
Crisis interna y quejas por la gestión de Cowen
La escenografía forzada buscó contener un clima interno que viene en deterioro. Trabajadores consultados apuntaron nuevamente contra el administrador del Hipódromo, Mariano Cowen, quien acumula reclamos por decisiones administrativas, conflictos laborales y falta de mantenimiento en sectores clave. “Acá adentro las cosas no están bien. Hay falencias en todos los sectores y encima nos hacen montar el teatro para que parezca todo perfecto”, señalaron empleados de la casa de apuestas.
El contraste fue evidente: mientras en la pista se desplegaba la fiesta del turf, detrás de escena se multiplicaban las críticas.
Una postal que se repite
Pasadas las 19.00, Kicillof apareció en el palco VIP. Apenas pisó el área reservada, el grupo de militantes se puso de pie, aplaudió, agitó banderas y marcó el tono del momento contando la Marcaha Peronista. La reacción, claramente organizada, contrastó con la tibia respuesta del resto del público, que observó desde la distancia sin entusiasmo. “Fue todo demasiado obvio. Una ovación artificial”, comentó un jockey que participó de una carrera previa.
El episodio remite a lo ocurrido en 2023 y 2024 durante otros actos oficiales, cuando el gobierno bonaerense también llenó tribunas con militantes para garantizar una imagen de apoyo compacto al gobernador.
En esta edición del Premio Dardo Rocha, la estrategia se repitió sin disimulo, aun cuando el descontento interno del Hipódromo continúa creciendo: “Quieren mostrar que está todo bien, pero cada vez cuesta más sostener la puesta en escena”, concluyó un empleado con años de antigüedad.
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