Al recibir los pagos, los vecinos afectados se encontraron con impuestos aplicados por el gobierno kirchnerista.
En las últimas horas se reveló que el Gobierno de Axel Kicillof aplicó el cobro del impuesto a los Ingresos Brutos sobre las indemnizaciones que el Gobierno de Javier Milei había otorgado a los damnificados por las inundaciones en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires.
Las compensaciones económicas, impulsadas por la Casa Rosada como un resarcimiento por pérdidas materiales, fueron alcanzadas por un tributo provincial que no corresponde aplicarse de ninguna manera en este caso.
El conflicto comenzó cuando vecinos afectados, beneficiarios del programa de asistencia creado por el presidente Javier Milei, denunciaron que, al recibir los pagos, se encontraron con descuentos aplicados por el Gobierno de Kicillof correspondientes al impuesto a los Ingresos Brutos.
La sorpresa e indignación fue inmediata, ya que las indemnizaciones no constituyen un ingreso generador de riqueza ni una ganancia comercial, sino un monto destinado a reparar daños.
Cómo fue el programa de indemnizaciones del Gobierno de Milei
Tras las inundaciones en Bahía Blanca debido a las faltas de obras bajo el gobierno kirchnerista local, el Gobierno de Javier Milei tomó la decisión de crear un fondo especial de 200.000 millones de pesos para asistir a los damnificados. Se confió su administración a la Agencia Federal de Emergencias, que depende del Ministerio de Seguridad Nacional, liderado por Patricia Bullrich.
Dentro de ese esquema, se creó un régimen de subsidios llamado Suplemento Único para la Reconstrucción (SUR). Este subsidio es monetario, no contributivo, se paga una sola vez, y está destinado a compensar pérdidas materiales por las lluvias e inundaciones
En cuanto al monto del SUR, la administración libertaria estableció distintas cantidades según el nivel de afectación: para barrios con “alta afectación” de agua, otorgó 3 millones de pesos; para los de “afectación media”, 2 millones. En aquel momento, el Gobierno nacional explicó que iba a distribuir los fondos de forma “directa, proporcional y sin intermediarios”.
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