El Gobierno de Cristina Kirchner distinguió al dictador venezolano con la máxima condecoración argentina.
Durante el año 2013, bajo el gobierno kirchnerista, Argentina mantenía una relación muy cercana con el régimen chavista de Venezuela. El 8 de mayo de ese año, la administración de Cristina Fernández de Kirchner, hoy presa por corrupción, otorgó al dictador venezolano Nicolás Maduro la Orden del Libertador San Martín, la más alta distinción que el Estado argentino puede conceder a personalidades extranjeras en reconocimiento a sus méritos y servicios.
En aquel momento, la distinción fue duramente criticada por amplios sectores de la sociedad, a raíz de la escalada de violencia estatal en Venezuela bajo la dictadura de Maduro, con muertos, heridos, represión, presos políticos y una grave crisis económica.
El acto de entrega se llevó a cabo en el Museo del Bicentenario, y representó un símbolo del vínculo político entre el kirchnerismo y el chavismo. Maduro, visiblemente conmovido, agradeció el gesto de Cristina Kirchner y manifestó su deseo de que Venezuela pudiera estar a la altura del honor recibido.
La Orden del Libertador General San Martín fue creada el 17 de agosto de 1943, durante el gobierno de facto de Pedro Pablo Ramírez, y adquirió su forma actual en 1967 mediante el Decreto 16.643. La distinción es concedida por una comisión integrada por el presidente de la Nación, quien actúa como “gran maestre”, y el ministro de Relaciones Exteriores, que ejerce el rol de “gran canciller”. En aquel momento, Héctor Timerman ocupaba ese cargo.
Aunque la sede oficial de la condecoración se encuentra en la Cancillería, la entrega a Maduro se realizó en el Museo del Bicentenario por decisión directa de Cristina Kirchner. La Orden posee distintos grados, que van desde “Gran Cruz” hasta “Caballero”, y a lo largo de la historia ha sido otorgada a diversas figuras internacionales, entre ellas la Reina Isabel II, el Rey Juan Carlos de España y el Rey Abdallah de Arabia Saudita.
Un caso singular fue el de Eva Duarte de Perón, quien en 1952 recibió una versión especial de la medalla compuesta por miles de piezas de oro, platino y piedras preciosas; aquella joya fue posteriormente desmantelada y subastada tras la Revolución Libertadora de 1955. Desde 1957, la distinción solo puede ser entregada a ciudadanos extranjeros.
En 2013, cuando Nicolás Maduro recibió la Orden, Argentina mantenía una relación política estrecha con Caracas. Cristina Fernández de Kirchner consideraba al dictador venezolano un aliado estratégico, y el acto fue interpretado como una muestra de apoyo a su régimen sangriento. Maduro agradeció el reconocimiento y se comprometió a honrar el legado de San Martín “haciendo patria”.
Años después, en 2017, el entonces presidente Mauricio Macri anunció mediante Twitter que retiraba la Orden del Libertador General San Martín a Nicolás Maduro, en repudio a las violaciones de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad cometidos por su régimen contra el pueblo venezolano.
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