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Leernos tiene sus privilegios

Condenada y presa por tráfico de cocaína: el prontuario de la diputada y candidata a senadora Villaverde

Hace tres semanas, la diputada María Lorena Villaverde, representante de los rionegrinos en la Cámara por La Libertad Avanza y candidata a senadora por la misma fuerza política, pidió una moción de privilegio desde su banda parlamentaria y usó el espacio para decir que su buen nombre y honor era vilipendiado por la prensa, básicamente por decir y mostrar que contra ella arreciaban causas y denuncias por estafas reiteradas, amenazas y diversos delitos económicos. 

Aún no se conocía -que se supo después de esa declaración- de su relación amorosa con Claudio Cicarelli, el primo de Fred Machado y su mano derecha en diversos negocios que podrían ser parte del esquema de lavado de dinero del narcotráfico.

En esa moción de privilegio la diputada, mucho más formal en sus modos y aspecto que en otras ocasiones, mostró un certificado de antecedentes penales donde según ella consta que no tiene causa judicial alguna y cerró diciendo que tiene sus manos y su conciencia absolutamente limpias. No aclaró, evidentemente, que ese certificado es solo para el fuero penal y para condenas; no para causas en curso y en otros fueros, y menos en el extranjero.

La realidad es otra: Villaverde estuvo dos veces detenida en los Estados Unidos. La primera fue solo por unas horas y por obstrucción de la justicia, en noviembre de 2001, en Miami. La segunda fue más intensa: detenida en el aeropuerto de Sarasota in fraganti delito; estaba contrabandeando -según dos fuentes que accedieron al expediente- no 400 gramos de cocaína como se dijo inicialmente en algunos medios de prensa, incluyendo Data Clave, sino 15 kilos. Varios meses entre rejas, un acuerdo, y el regreso a la Argentina. Desde entonces no puede acceder a los Estados Unidos sin caer presa inmediatamente.

En esa moción de privilegio la diputada, mucho más formal en sus modos y aspecto que en otras ocasiones, mostró un certificado de antecedentes penales donde según ella consta que no tiene causa judicial alguna y cerró diciendo que tiene sus manos y su conciencia absolutamente limpias. No aclaró, evidentemente, que ese certificado es solo para el fuero penal y para condenas; no para causas en curso y en otros fueros, y menos en el extranjero.

La realidad es otra: Villaverde estuvo dos veces detenida en los Estados Unidos. La primera fue solo por unas horas y por obstrucción de la justicia, en noviembre de 2001, en Miami. La segunda fue más intensa: detenida en el aeropuerto de Sarasota in fraganti delito; estaba contrabandeando -según dos fuentes que accedieron al expediente- no 400 gramos de cocaína como se dijo inicialmente en algunos medios de prensa, incluyendo Data Clave, sino 15 kilos. Varios meses entre rejas, un acuerdo, y el regreso a la Argentina. Desde entonces no puede acceder a los Estados Unidos sin caer presa inmediatamente.

La información cruda y dura se desprende de su expediente de divorcio de su primer marido, Carlos Marcelo Bauzas, con quien se casó el 29 de agosto de 2008 en Belén de Escobar. El divorcio, luego de una traumática separación, se tramitó en el Tribunal de Familia 2 de San Nicolás, y el expediente lleva el número 32518/2011 en la causa que inició ella. En paralelo, en el Tribunal de Familia de San Isidro, en el expediente SI-41035 se tramitó la causa unilateral de divorcio pedido por Bauzas, quien también le inició juicios por acciones derivadas en juzgados civiles y comerciales.

En el expediente de divorcio, se anexó como prueba documental todo el devenir delictivo de María Lorena Villaverde en USA y posteriormente en Argentina. Allí consta que luego del casamiento, y cuando el matrimonio era ya socio en la empresa Taskarsa, en donde la mujer oficiaba de gerente general con absoluto acceso a cuentas -que manejaba casi en exclusividad- los movimientos de dinero empezaron a llamar la atención de Bouzas. Dos años después un email anónimo, proveniente de una cuenta fake y desde una computadora con IP en China, alertaba a Bauzas de que Villaverde no era la persona que él creía y detallaba su paso delictivo por el país del sueño americano.

Bauzas contrató un detective privado de USA, que en pocos días pudo rastrear los pasos de la hoy diputada. Al confrontarla, ella negó todo. Él abandonó la casa de Tigre, donde vivían y que aún es parte del patrimonio de Villaverde. No volvieron a convivir, aunque para entonces ya tenían dos hijos, hoy adolescentes.

Sin embargo, aún con su negativa, todo quedó expuesto y en el acta de divorcio ella misma admitió los hechos y la imposibilidad de volver a Estados Unidos sin caer detenida. La buscaron durante algunos años, luego la justicia norteamericana parece haberse olvidado, pero todo puede reabrirse teniendo en cuenta la repercusión pública del caso.

En 2001 ella vivía en Miami, más precisamente sobre la Avenida Collins y decía trabajar como vendedora en una boutique. El 20 de noviembre de 2011 fue su primer arresto por obstrucción de la justicia y fue apresada por el departamento de policía de Miami Beach. La causa tiene el número 0792136.

Como no tenía antecedentes, quedó libre aunque en ese momento ya quedó fichada como parte de una red de vínculos que puede verse en el expediente y que incluye un mapa de vínculos con personajes relacionados al narcotráfico, algunos hispanos y varios estadounidenses, increíblemente de apellido Eisemberg (sin la h) como el narcotraficante de la serie Breaking bad. 

Tenía también declarado otro domicilio en su licencia de conducir, que se la expidieron en septiembre de 1999, en la avenida Michigan. Por lo que por lo menos estaba en USA desde ese año. Allí vivía con un tal Roberto Grandal, un cubano que habría tenido algunos problemas en el universo de las drogas.

La segunda vez fue más grave e intensa. El 17 de julio de 2002 fue detenida en el aeropuerto de Sarasota cuando intentaba pasar cocaína de contrabando junto a dos cómplices: el cubano Jesús Ferrer y el colombiano Fabio Restrepo, quien aparentemente pertenecería al Cártel de Cali.

En la causa, hay una categoría de contrabando que lleva una pena de quince años de prisión, que comprende desde 400 gramos a 150 kilos. La instalación de que ella transportaba 400 gramos viene de esta banda de aplicación en la que la mínima es es cantidad de gramos y fue la que se tomó como efectiva en el caso de Lorena Villaverde, pero dos fuentes diversas ligadas a la causa nos confirmaron que en el expediente, al que tuvieron acceso de manera completa, figuran quince kilos de cocaína como los trasportados por la mujer y sus dos cómplices quienes, además, transportaban 50mil dólares que no pudieron justificar. La justicia, además, decomisó 17 mil dólares más en el domicilio de la detenida, tal como da cuenta incluso un medio de Tampa de ese momento.

En el detalle del devenir de la causa consta que estuvo arrestada desde su detención, considerada culpable el 21 de octubre de 2022 y el 22 notificada de su sentencia, medida que apeló y quedó en libertad a la espera de su confirmación. En abril de 2003 volvió a tener un pedido de prisión, que tres días después el tribunal decidió suspender la medida, y desde ese momento se abre un lapso sumado en incógnitas: nada se sabe de ella y de la causa hasta 2011, cuando vuelven a reabrirla en USA y ya sin suerte porque Villaverde, para entonces, vivía en Argentina.

Según las fuentes que conocieron el caso, ella habría hecho un acuerdo con la justicia a cambio de que la dejen salir del país: delatar al resto de la banda.

Llegó a Argentina en algún momento impreciso de 2003, se radicó en Neuquén, y empezó una nueva vida con su agencia de publicidad. Luego conoce a su primer marido, se casó y cuando el hombre se enteró del pasado, pidió el divorcio. Mientras transitó su primer matrimonio María Lorena Villaverde creó la firma Taskarsa, en 2008.

Como titular de la firma Taskarsa, empezó a retirar cheques por un total de seis millones y medio de dólares. Un millón y medio fue retirado en efectivo, en mano, durante todo 2011, mientras se tramitaba el divorcio. El marido quedó al borde de la quiebra y demoró varios años en poder recomponer los pagos pendientes a proveedores que el desfalco generó, según consta en el expediente.

Con ese dinero tomado de Taskarsa, Villaverde se hizo prestamista, usurera. Era tal la ansiedad que ejecutó muchos pagarés de las personas a las que había prestado dinero antes de tiempo. Fue tal el abuso que varios de los damnificados, en un universo que por lo general está a los márgenes de la ley, recurrieron a la Justicia para exponer las maniobras de la mujer.

Pero esto no es todo en la suma de delitos a los ya conocidos. En 2017 saltó a la luz el caso del llamado “Bernie Madoff argentino”, Enrique Blaskey Señorans, el estafador de sistema Ponzi que dejó el tendal de damnificados por cifras millonarias. A la operatoria se sumaron diversas personas, que participaron del método consiguiendo inversores. ¿Una de ellas? Lorena Villaverde, quien aparece también en la causa que aún recorre los pasillos judiciales.

Luego vino lo también conocido: su relación sentimental con Claudio “Lechuga” Cicarelli, el primo del narcolavador Fred Machado -de pronta extradición a los Estados Unidos-, las nuevas sospechas de relaciones directas con el universo del narcotráfico y el lavado de activos, del que parece no puede desprenderse a pesar de que ella diga que nada tiene que ver con ese mundo, y pretende certificarlo haciéndose públicamente un test de consumo de drogas.

Villaverde tiene dos años más como diputada, y además pretende ser senadora. Es quizá momento de que más allá de narcotest y mociones de privilegio para agitar un documento policial, alguien le pida y ella de algunas explicaciones en la Cámara y en la Justicia.

Dataclave.com