El kirchnerismo sigue sin dar explicaciones por la creciente inseguridad que golpea a la provincia de Buenos Aires.
Mientras el país sigue conmocionado por el triple asesinato de Brenda del Castillo (20), Morena Verri (20) y Lara Gutiérrez (15), las jóvenes halladas sin vida en una vivienda de Florencio Varela tras desaparecer en La Matanza, desde el kirchnerismo intentan desviar la atención hacia la renuncia del diputado José Luis Espert, en lugar de dar explicaciones sobre la creciente inseguridad y violencia narco que golpea a la provincia de Buenos Aires.
El brutal crimen, atribuido a una banda liderada por el narco conocido como “Pequeño J”, volvió a poner bajo la lupa la desastrosa gestión del gobierno kirchnerista de Axel Kicillof en materia de seguridad. Las familias de las víctimas aseguran que hubo demoras y desinterés por parte de las autoridades bonaerenses, y criticaron que el gobernador no se comunicara con ellas tras el hallazgo de los cuerpos. “Ni nos llamó”, lamentó la madre de una de las jóvenes.
El Ejecutivo provincial pretende sacarse el tema de encima responsabilizando al Gobierno de Javier Milei y desviando el tema hacia el caso de Espert. La ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, calificó de “aberrante” el comunicado oficial de la Provincia, que intentó deslindar responsabilidades sugiriendo que el origen del caso era “federal”.
En el conurbano, especialmente en La Matanza, la falta de control por parte de las autoridades kirchneristas es evidente y muchas zonas actúan como territorios liberados a los delincuentes, donde las bandas criminales operan con total impunidad.
A ello se suma que la atención mediática fue rápidamente desplazada hacia la situación política de Espert, tras su renuncia en medio de acusaciones sin pruebas del kirchnerismo, quien lo acusa de “narco”. De esta manera, aprovechan la oportunidad para instalar este “escándalo” y así evitar que el foco se mantenga sobre el triple crimen y la crisis de seguridad en la provincia.
Mientras tanto, las familias exigen justicia. “Queremos que se investigue todo, pero que no tapen lo que pasó con nuestras hijas”, expresó entre lágrimas la tía de una de las víctimas.
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