Docentes militantes paralizan la UNC: ADIUC redobla su plan de lucha K en Córdoba
Tras años de silencio ante el despilfarro, ahora denuncian ajuste con clases callejeras y retórica de los 70.
La Asociación de Docentes e Investigadores Universitarios de Córdoba (ADIUC) se suma a un nuevo paro de 48 horas. La medida responde a reclamos por presupuesto y sueldos, a pesar de que la UNC sigue funcionando con normalidad. El jueves por la tarde marcharán con antorchas en pleno centro.
El gremio convocó a una concentración frente a la Facultad de Ciencias Exactas, sede Centro. Allí realizarán intervenciones callejeras, una clase pública y una ronda simbólica de antorchas. Según ADIUC, el objetivo es “visibilizar el deterioro salarial” y denunciar un supuesto ajuste.
El paro fue resuelto por FAB, CONADU y el Frente Sindical por las Universidades, sectores gremiales que históricamente responden al kirchnerismo. La protesta se da en un contexto donde muchas universidades enfrentan serias auditorías. La UNC no es la excepción.
Paros y protestas mientras la UNC sigue recibiendo fondos y funciona sin interrupciones
Desde el Gobierno nacional aseguran que el sistema universitario recibe fondos suficientes para funcionar. Las partidas fueron giradas con normalidad durante el año. La educación pública no está en riesgo, aunque los sectores gremiales insistan con medidas de fuerza.
ADIUC insiste con su “plan de lucha” aprobado en asamblea el 4 de junio. Promueven acciones que dificultan la vida académica y afectan a miles de estudiantes. Mientras tanto, la mayoría de las facultades mantienen actividades con normalidad gracias al compromiso de docentes no alineados.
El gremio también impulsó una encuesta interna entre afiliados para definir nuevas medidas. No descartan paros prolongados si no obtienen aumentos salariales. La presión sindical ocurre en paralelo a reclamos de transparencia y reducción de cargos políticos dentro de la UNC.
El doble discurso universitario
A pesar de denunciar un “deterioro presupuestario”, no hubo propuestas desde ADIUC para reducir estructuras políticas internas. En la UNC siguen vigentes cientos de cargos docentes y administrativos con designación directa. La falta de autocrítica del gremio no ayuda al diálogo.
El financiamiento universitario está garantizado. Pero la sobredimensión de gastos políticos y el uso partidario de algunas cátedras genera malestar. La universidad pública no se defiende con paros ni clases en la calle, sino con compromiso real y responsabilidad institucional.
Mientras docentes reclaman en las calles, miles de alumnos intentan cursar con normalidad. Las antorchas no iluminan el camino de la educación, solo generan más ruido político. El verdadero desafío es modernizar la universidad, hacerla eficiente y transparente.
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