28/06/2025

Por ahorrarse 40 millones de dólares en el gasoducto, tiene que importar gas por 500 millones de dolares

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El gobierno de Javier Milei frenó obras clave como la ampliación del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner y la reversión del Gasoducto Norte. Ahora deberá gastar 10 veces más para importar gas por no terminar las obras a tiempo.

La compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (Cammesa) debió salir a licitar de urgencia la importación de Gas Natural Licuado (GNL) luego de que el gobierno de Javier Milei frenara toda la obra pública, incluso muchas consideradas estratégicas como la ampliación del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) y la reversión del Gasoducto Norte.

Por no invertir 40 millones de dólares en la ampliación del GPNK el gobierno de Milei deberá ahora destinar 500 millones de dólares, 10 veces más, para importar GNL y evitar el faltante de gas durante el invierno.

El GPNK transporta 11 millones de m3 de gas por día desde Vaca Muerta, pero podría estar transportando 22 millones si el gobierno no le hubiera retaceado el giro de fondos a las constructoras a cargo de las obras.

Por ahorrar u$s40 millones en una obra, el Gobierno deberá gastar ahora u$s500 millones para importar gas

Por ahorrar u$s40 millones en una obra, el Gobierno deberá gastar ahora u$s500 millones para importar gas

El gobierno de Milei mantiene una deuda de 40 millones de dólares con las constructoras Sacde y Contreras lo que impidió terminar las plantas compresoras de Tratayén, Salliqueló y Mercedes para este invierno. Ahora, en cambio, debe importar combustibles líquidos de urgencia a un costo 10 veces mayor.

Por ello Cammesa se vio forzada el lunes pasado a licitar de urgencia la compra de 12 cargamentos de fueloil y gasoil para hacer frente al mayor consumo de gas motivado por la ola de frío. Ese faltante hubiera podido ser cubierto al menos parcialmente si el gobierno hubiese terminado la construcción de las plantas compresoras del GPNK.

La planta compresora de Tratayén, a cargo de Sacde, podría entrar en funcionamiento a mediados de junio lo que permitiría inyectar 5 millones de m3 diarios adicionales al sistema, lo cual representaría un ahorro de hasta 350 millones de dólares por año en sustitución de combustibles líquidos e importación de GNL.

La planta de Salliqueló, que está construyendo Contreras, con suerte va a estar lista en septiembre, mientras que la de Mercedes viene todavía más demorada, no solo por la responsabilidad oficial sino también por dilaciones por parte de la constructora Esuco, a cargo de la obra. Lo paradójico en este último caso es que a Esuco también le adjudicaron también la construcción de las plantas compresoras del Gasoducto Norte.

La demora se explica fundamentalmente porque durante los primeros meses de gobierno Enarsa dejó de pagarle a las constructoras que están a cargo de las obras. Le debe 30 millones de dólares a Sacde y 10 millones a Contreras, lo que forzó a ambas empresas a trabajar por debajo de su capacidad.

Si la empresa estatal hubiese pagado en tiempo y forma ambos proyectos ya estarían terminados.

Lula le corto la llave de paso

Enarsa, la empresa estatal que se encarga de la importación de Gas Natural Licuado (GNL), no pudo documentar este martes la transferencia de US$ 22 millones a una cuenta en el exterior de Petrobras, por lo que la petrolera controlada por el gobierno brasileño no autorizó la descarga de un cargamento de gas comprado de urgencia por la Argentina durante el fin de semana para intentar contener la crisis de abastecimiento de energía que afecta al país desde hace varios días, según indicaron fuentes del mercado a EconoJournal. Esto agravó la situación del sistema de gas, que enfrenta desde hace días un estado crítico por las bajas temperaturas que tomaron por sorpresa al gobierno de Javier Milei. 

La situación, que prácticamente no tiene antecedentes y podría derivar en un nuevo conflicto diplomático entre el gobierno de Javier Milei y el de Lula Da Silva, puso contra las cuerdas al sistema gasífero argentino. La agudización de los problemas de suministro obligó al Enargas, el ente regulador del sector, a convocar hoy a un comité de emergencia integrado por productores, transportistas y distribuidores para cortarle el gas a las mayores 100 industrias del país, entre las que figuran petroquímicas, petroleras, cerealeras, caleras y empresas agroindustriales.

Enarsa debía girar este martes alrededor de US$ 22 millones para que un buque cargado de GNL empiece a inyectar hoy el fluido en la terminal regasificadora de Escobar. Sin embargo, por un problema derivado de la instrumentación de la carta de crédito en favor de Petrobras que había firmado Enarsa, la operación bancaria no se realizó en tiempo y forma, porque el cargamento no pudo empezar a inyectar GNL.

El corte de gas alcanza a todas las grandes industrias de la región del Gran Rosario, que cubre el sur de Santa Fe y se extiende hacia el norte de Buenos Aires, y también a las de Córdoba, que debieron frenar a cero su consumo de gas natural para intentar preservar la integridad del sistema de gasoductos, que opera al límite de su capacidad.

En otro momento, un escenario así se hubiese solucionado rápidamente mediante un llamado político a Brasilia, pero la mala o inexistente relación con Lula (Da Silva) no ayudó en lo más mínimo”, explicó un alto directivo de una petrolera que siguió esta tarde los acontecimientos desde cerca. A última hora de la tarde de hoy, la distribuidora Litoral Gas, que brinda el servicio al norte de la provincia de Buenos Aires y en el sur de Santa Fe, se vio obligada a cortarle el suministro de gas a más de 100 industrias de la región del Gran Rosario. Horas más tarde las distribuidora de Gas del Centro y Gas Cuyana tomaron la misma decisión. «La clave es poder pasar el pico de consumo residencial, que se registra entre las 21 y las 23. Si logramos llegar a la medianoche con buena presión en los gasoductos, la situación estará controlada porque mañana Enarsa va a poder empezar a inyectar gas en la terminal de Escobar«, reconoció un directivo de una distribuidora.

Hasta ayer la interrupción del servicio había afectado a industrias, comercios y estaciones de GNC que tienen contratos interrumpibles de gas (que prevén corte del suministro en caso de faltantes), pero el imprevisto que sufrió Enarsa con el cargamento de GNL obligó a cortar el gas a industrias que contrataron el servicio ‘en firme’, es decir, a empresas que pagan más caro para evitar cortes del suministro. Algunas industrias, por caso, acataron parcialmente el pedido de las distribuidoras y no interrumpieron a cero su consumo de gas.

El contexto se complicó aún más por un problema operativo que afectó a la red de TGN, una de las dos transportistas de gas del país, que por un imprevisto técnico debió paralizar dos plantas compresoras en el sistema centro-oeste de gasoductos. “La salida de funcionamiento de las plantas motivó una pérdida de linepack (presión) de 2 millones de metros cúbicos (MMm3), pero el problema principal fue el inconveniente que tuvo Enarsa para descargar el cargamento de GNL que tendría que haber inyectado unos 7 MMm3/día este martes”, agregó otra de las fuentes consultadas. TGN reestablecerá la operación de las dos plantas compresoras a las 21 de hoy, mientras que se estima que, si el BCRA autoriza el envío de fondos hacia Brasil, la terminal de Escobar podría empezar a regasificar a partir del mediodía del miércoles.

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