La película que se centra en la vida de J. Robert Oppenheimer y su grupo de científicos que en 1945 crearon la primera bomba atómica tiene un elenco exclusivamente de hombres y mujeres blancas caucásicas heterosexuales.

El estreno de Oppenheimer, la última película de Christopher Nolan, provocó un cimbronazo en la taquilla, y junto con Barbie tuvieron uno de los estrenos más exitosos de toda la historia. Combinados, el dúo incongruente de películas recaudó US$ 235,5 millones de dólares en un solo fin de semana, lo que representa la cuarta apertura de taquilla más vendida en la historia.

Mientras Barbie fue producida y dirigida por la feminista Greta Gerwig, y contiene fuertes comentarios sobre el feminismo, la interseccionalidad y el patriarcado, que literalmente es el villano de la película, Oppenheimer, un retrato sombrío de tres horas del hombre que construyó la bomba atómica, no busca realizar ningún comentario posmodernista, y simplemente trata de reivindicar al padre de la bomba nuclear.

Esto generó un peculiar enojo entre la crítica, compuesta en su mayoría por insufribles izquierdistas, que destacaron que el ambicioso proyecto de Nolan tiene un problema en la “falta de diversidad” de su elenco.

Claramente, una película que retrata la historia de un grupo de científicos durante la década del ’40, apadrinados por el gobierno de los Estados Unidos en una era previa a la des-segregación, no debería tener personajes principales mujeres, negros, miembros de la comunidad LGBT u otras minorías.

Y afortunadamente, Nolan no se quebró ante Hollywood y no le cambió el género ni la raza ni la sexualidad a ni un solo personaje en su impresionante película del género histórico. Tampoco oculta ni trata de engrandecer el pasado comunista de Oppenheimer.

Incluso, se le crítica que personajes de la vida real como J. Robert Oppenheimer y Albert Einstein, ambos de origen judío, son interpretados en la película por Cillian Murphy y Tom Conti, ninguno de los cuales es judío.

Así es como críticos de cine, como Carl Kurlander, en un artículo escrito para The Conversation, apuntan con ferocidad contra Nolan y lo acusan de “no importarle la diversidad”, incluso yendo más allá y criticándolo por no incluir en su película las teorías revisionistas de que las mujeres crearon la bomba atómica.

En su crítica, Kurlander hace mención a Lise Meitner, una científica austriaca que junto a los químicos Otto Hahn y Fritz Strassmann descubrieron la fisión del átomo, el punto de partida para la creación de la bomba atómica. Meitner nunca participó del Proyecto Manhattan, y su inclusión en la película sería absurda, forzada y trillada, pero Kurlander critica a Nolan por no hacerlo.

A pesar de todo, la Academia está dispuesta a llevar la inclusión forzada a un nuevo nivel. El pasado 8 de septiembre del 2020, la organización que dirige los Oscars anunció “nuevos estándares de representación e inclusión para la elegibilidad en la categoría de Mejor Película“.

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  • A. Representación en Pantalla: El actor del personaje principal o por lo menos una cantidad de los actores de los personajes secundarios deben pertenecer a una minoría.
  • B. Representación en la Dirección: El director o por lo menos una cantidad de sus asistentes deben pertenecer a una minoría.
  • C. Representación en la Producción: La productora que financia la película tiene que tener por lo menos una cantidad de empleados que pertenezcan a una minoría.
  • D. Representación en el Marketing: Los equipos que se encarguen de crear el tráiler o el póster deben tener por lo menos una cantidad de empleados que pertenezcan a una minoría.

Para 2024, la edición de los Oscars en los que estaría nominada Oppenheimer, la Academia ha hecho la salvedad como “etapa de transición” que solo se requerirá dos de las cuatro categorías. Sin embargo, parece que la película sobre “Oppie” no cumple con esto.

En pantalla, el actor de Oppenheimer es Cillian Murphy, un irlandés católico blanco. El resto del elenco se repite lo mismo: todos hombres o mujeres blancas caucásicas, como Matt DamonRobert Downey Jr.Florence PughEmily Blunt o Jack Quaid.

En dirección el equipo de Nolan es muy chico y está compuesto principalmente por ingleses o norteamericanos caucásicos. Lo mismo ocurre para la producción. Si bien la película fue distribuida por Universal, que sin dudas tiene buena parte de su personal bajo estrictas reglas de diversidad, la producción estuvo en manos de Syncopy, la productora de Nolan y su esposa, Emma Thomas, que también tiene pocos empleados y prácticamente ninguno minoritario.

No se tienen mayores detalles del equipo de marketing de la película, pero se puede asumir que cumple con los estándares de la Academia ya que estuvo en manos de Universal.

De todos modos, con solo 1/4 categorías cumplidas, a priori Oppenheimer no podría ser nominada a Mejor Película. Restará por ver si la Academia hace una salvedad, debido a que están en “período de transición”, o desde Syncopy consiguen justificar de alguna manera otra de las categorías para llegar al mínimo. https://derechadiario.com.ar/