Los rumores sobre un eventual adelantamiento de las elecciones presidenciales no parecen ser tan favorables para Juntos por el Cambio. Podría ser una salida para Cristina Fernández de Kirchner, evitando el ajuste y encabezando la boleta en las comicios bonaerenses.

BETO VALDEZ MDZ

Desde algunas semanas se viene instalando en el mundo político la arriesgada hipótesis de un adelantamiento de las elecciones presidenciales que acorte el mandato del presidente Alberto Fernández sin contemplar la ley de Acefalía vigente, ni lo que establece la Constitución reformada en 1994. El lobby que impulsa esa idea se basa estrictamente en el proceso previo a las elecciones de 2003. Paradójicamente, esta movida podría favorecer mucho más a Cristina Fernández de Kirchner que a Juntos por el Cambio.

El primero que comenzó a reclamar a viva voz esa movida fue Carlos Ruckauf basándose en la experiencia de la administración provisoria de Eduardo Duhalde, donde ocupó la Cancillería. Plantea que sólo se adelanten las elecciones a presidente y vice y el resto de los cargos legislativos nacionales se mantengan en la fecha prevista, tal como ocurrió en abril de 2003 cuando Carlos Menem se impuso ajustadamente en primera vuelta

Todo parece indicar que la ofensiva para alterar el calendario y la fecha del final de la administración de Alberto Fernández viene siendo impulsada por sectores del peronismo no kirchnerista con buen vínculo con algunos gobernadores. El otro referente que se sumó fue Miguel Ángel Toma, quien integra el espacio de Miguel Pichetto dentro de Juntos por el Cambio. El exjefe de la SIDE reclamó también a través de las redes sociales que “cuando la crisis política, económica y social escala a los extremos actuales, la única salida posible es adelantar las elecciones”.

Agregó además que “las expectativas sólo se regeneran legitimando liderazgos que se hagan cargo de la conducción del país. El único modo de hacerlo en democracia es con el voto popular. Este, y no otro, es el tema en el que pueden lograrse acuerdos entre oficialismo y oposición. Y debe tratarse en el Congreso Nacional”. Queda claro que el escenario que recomiendan es no implementar la ley de Acefalía con la asunción del vicepresidente y que sea el propio Fernández quien acepte recortar la duración de su mandato presidencial.

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  • El viernes pasado Pichetto almorzó en el coqueto comedor del Jockey Club con un grupo de diplomáticos de actuación en las gestiones de Menem y Duhalde. Frente a esos comensales describió un escenario muy preocupante donde pronosticó que Cristina está dispuesta a hacerse cargo del Poder Ejecutivo si el jefe de Estado renunciara agobiado por el actual desmadre. Por eso se arma el lobby para evitar que la vice complete el mandato y sea el propio Alberto quien le entrega la banda presidencial al sucesor.

Evidentemente los diagnósticos que plantean son ciertos, pero no parece que Fernández esté dispuesto actualmente a dar un paso al costado. Pero no son pocos los dirigentes de peso que no descartan en privado que la crisis se agudice de tal forma que todo se precipite. En primera instancia, el adelantamiento del calendario electoral parece favorecer a Juntos por el Cambio. Sin embargo, ya se empiezan a escuchar voces discordantes que sostienen lo contrario, más precisamente que sería un escenario ideal para la vicepresidenta.

Uno de los voceros de esa interpretación es otro peronista con una mirada diferente. Joaquín De la Torre sostiene que esa sería la salida más viable para Cristina, quien podría evitar que su espacio político pague el costo político de un ajuste fiscal severo con duras consecuencias sociales. “El Gobierno tiene dos caminos, seguir intentando transitar precariamente durante un año y medio y la otra es ordenar las cuentas, pero parece que ninguna de las dos genera entusiasmo”, precisó.

“Luego de haber escuchado a Juan Grabois y a Hebe de Bonafini, me da la sensación de que ya está en funcionamiento un operativo para adelantar las elecciones presidencialesCristina está pensado en esto desde hace tiempo”, agregó el senador provincial de Juntos. “Eso le permitiría a ella lograr lo que quiere, la primera es no tener que ordenar las cuentas y hacer un ajuste, y la otra es que ella como candidata a senador nacional estaría encabezando la boleta en la provincia de Buenos Aires”, describió.

La mirada de De la Torre es compartida por otros dirigentes bonaerenses. Si se implementara el cambio de calendario la vicepresidenta le dejaría el ajuste al próximo presidente, evitaría seguir con la agonía de 14 meses con tensión social y mal humor, mientras que apostaría a encerrarse en la provincia de Buenos Aires con la reelección de Axel Kicillof. “Intentará los próximo cuatro años ser la líder de la oposición y la jefa del principal distrito del país”, agrega el exintendente de San Miguel, actualmente muy cercano a Mauricio Macri.  También destaca que ese escenario podría ser contraproducente para la interna de presidenciables en JxC.