El empresario multimillonario ruso Roman Abramovich está involucrado en las conversaciones de paz en curso entre Moscú y Kiev en Estambul en una capacidad no oficial, confirmó el martes el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.

El inversor con sede en Londres y objetivo de un presunto complot de envenenamiento fue visto en la capital turca mezclándose con altos funcionarios, incluido el anfitrión de las conversaciones, el presidente Recep Tayyip Erdogan.

Cuando se le preguntó sobre el papel del multimillonario, que es objeto de sanciones occidentales, Peskov dijo que estaba “involucrado en proporcionar ciertos contactos entre las partes rusa y ucraniana”, pero enfatizó que Abramovich no era “una parte formal de una delegación”.

La presencia de Amramovich fue aprobada por ambas partes, dijo Peskov.https://t.me/rt_russian/102697?embed=1

El funcionario ruso también comentó sobre las afirmaciones hechas el lunes por algunos medios occidentales de que Abramovich y dos funcionarios ucranianos que participan en el esfuerzo por resolver la crisis de Ucrania pueden haber sido envenenados. Las acusaciones eran “parte de la guerra de información” y “ciertamente no eran ciertas”, dijo Peskov.

La afirmación de un complot de envenenamiento mientras se llevaban a cabo las conversaciones de paz fue reportada por el Wall Street Journal y Bellingcat. Las fuentes del periódico y el medio de “investigación ciudadana” afirmaron que Abramovich y los funcionarios ucranianos sufrían síntomas similares, lo que podría haber indicado un ataque con armas químicas, o posiblemente un ataque con armas de microondas. Los culpables presumiblemente eran “de línea dura” en Rusia que deseaban sabotear el proceso de paz.

El gobierno de Kiev parecía haber respaldado tácitamente la narrativa del envenenamiento, al menos como una amenaza hipotética cuando hablaba con Moscú. El ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, dijo que aconsejaría a “cualquiera que vaya a negociaciones en Rusia que no coma ni beba nada y preferiblemente que no toque ninguna superficie”.

El incidente reportado ocurrió en Kiev a principios de marzo durante una discusión que no involucró a ningún funcionario ruso. Se informó antes de una nueva ronda de conversaciones ruso-ucranianas organizadas por Turquía, que se anunció con días de anticipación.

Funcionarios estadounidenses dijeron a Reuters que eran escépticos sobre la afirmación y que la inteligencia disponible para Washington indicaba que los síntomas eran ambientales.