Algunas de las estrategias que se aplicaron en el país, impulsadas por la necesidad, resultaron ser beneficiosas. Los puntos que podrían morigerar la presencia de una tercera ola.

Por Romina Cansler TN

La actualidad de la pandemia en la Argentina se podría resumir en una sola palabra: serendipia. Es decir, el hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual. Es que aquellas estrategias que se aplicaron por necesidad, ahora parecen colaborar en la caída de los casos de Covid-19. Entre las más relevantes se podrían enumerar más infectados que los registrados, espaciar dosiscombinar vacunas y competencia viral. Sin embargo, pese a que esta situación hoy podría resultar beneficiosa, más de 5 millones de argentinos se infectaron y más de 115 mil fallecieron en el proceso.

Científicos que trabajan para el gobierno estadounidense publicaron en la revista Nature Medicine los resultados de las últimas mediciones de anticuerpos realizados sobre personas que se inmunizaron con distintos sueros.

Espacialidad entre primera y segunda dosis

Una de las primeras estrategias que se aplicó en el país fue impulsar una masiva primera dosis y espaciar la aplicación del segundo componente ante la escasez en la adquisición de vacunas. En ese momento, según dijeron en el Ministerio de Salud, el virus no se mostraba tan agresivo (luego surgió la variante Delta) y una sola aplicación mostraba niveles de cobertura más que aceptables.

Sin embargo, Europa y Estados Unidos mostraron la cara más cruel de la variante Delta y la necesidad de completar esquemas se mostró urgente, ya que a los más de 115 mil fallecidos en la actualidad se podrían sumar muchos más. De todas maneras, la distancia entre inoculaciones dejó en evidencia que lo que comenzó como estrategia por la falta de las inmunizaciones se convertiría en un acierto.

El retraso entre la primera y segunda inoculación mostró una respuesta inmune más robusta que al aplicar las vacunas con los intervalos establecidos por las farmacéuticas (Foto: EFE).-
El retraso entre la primera y segunda inoculación mostró una respuesta inmune más robusta que al aplicar las vacunas con los intervalos establecidos por las farmacéuticas (Foto: EFE).-Por: EFE Servicios

En un estudio que fue publicado en The Lancet y avalado por sus pares, los científicos de Oxford destacaron que retrasar la segunda dosis de AstraZeneca provocaría una mejor respuesta inmune. Los científicos señalaron que los “efectos de una demora de hasta 45 semanas entre la primera y la segunda dosis” provoca que “los títulos de anticuerpos (responsables de defenderse contra la infección) aumenten” y una “respuesta inmunitaria mejorada”.

Una situación que también se evidenció en Pfizer. En estudio realizado por Universidad de Birmingham (Reino Unido) aseguró que la inoculación de la segunda dosis después de 12 semanas (cuando la recomendación es de 28 días) “aumentó en 3.5 veces la respuesta máxima de anticuerpos específicos” y destacaron que esta distancia entre inoculaciones “mejora y extiende la inmunidad de los anticuerpos”. Es más, en Canadá este tiempo se extendió hasta cuatro meses.

Un mayor número de infectados que los registrados

Uno de los aspectos que más se tuvo en cuenta fue la tasa de positividad, entre los testeos que se realizaban diariamente y la cantidad de contagios confirmados. Según el reporte emitido este martes por la cartera que lidera Carla Vizzotti, esta cifra se ubicó en el 2.54{688a8ce96c256f08401d8e2f5c8db48dc2792b622bdd2a5bb1e6509fa5d7b8e2}. Sin embargo, a finales de octubre de 2020 superó al 45{688a8ce96c256f08401d8e2f5c8db48dc2792b622bdd2a5bb1e6509fa5d7b8e2}.

Con estos datos, significa que la cantidad de casos positivos era muy superior a la detectada en los testeos, con lo cual se estiman números muy superiores a los más de 5 millones de infectados registrados. Esta situación, que estaría ligada a la falta de testeos podría tener un lado positivo: la cantidad de argentinos susceptibles a la enfermedad sería muy inferior a la estimada, siendo que la tasa de reinfección se ubica por debajo del 0,7{688a8ce96c256f08401d8e2f5c8db48dc2792b622bdd2a5bb1e6509fa5d7b8e2}, según algunos estudios científicos.

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Otro aspecto se sumaría a esta situación fue evidenciado en un estudio realizado por el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires y científicos del Conicet, publicado en la revista internacional Cell Reports Medicinequienes padecieron Covid-19 y recibieron una dosis de Spuntik V generaron diez veces más anticuerpos neutralizantes que aquellos que recibieron las dos dosis y no cursaron la enfermedad. Situación que también fue comprobada para AstraZeneca.

La competencia entre variantes

Aunque aún no existen estudios concluyentes sobre la competencia viral entre variantes del Covid-19, una realidad que ya fue verificada científicamente podría jugar a favor de la Argentina. El denominado principio de exclusión competitiva, también llamado ley de exclusión competitiva de Gause, asegura que si dos poblaciones compiten por un mismo recurso, solo prevalecerá la más apta.

En este caso, mientras que en otras regiones la variante Delta ganó terreno al enfrentarse a la Alpha (británica), en la Argentina esta mutación deberá competir con Gamma (Manaos) y Lambda (Andina), las cuales se han mostrado como altamente contagiosas, con lo cual el “terreno libre” es escaso.

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Es decir, ante la batalla entre variantes por prevalecer en un medio ya establecido, como son los humanos, con bajas tasas de reinfección y otros competidores ampliamente expandidos (las mutaciones ya presentes en el país), la Delta podría permanecer “recluida” o retrasar su avance.

Combinación de vacunas: una estrategia necesaria

El último de estos aspectos, que fue recientemente validado por varios estudios recompilados en un artículo publicado en la revista Nature Medicine, establece que la estrategia de combinación de vacunas (también denominada como intercambiabilidad) tendría amplios beneficios. Un aspecto al que tuvo que recurrir la Argentina por los retrasos en las entregas del segundo componente de Sputnik V.

“La validación de la inmunogenicidad (generación de anticuerpos) y reactogenicidad (efectos secundarios) de la dosificación de ‘mezclar y combinar’ con diferentes vacunas aprobadas sugiere que un enfoque de vacunación heteróloga puede superar las limitaciones de las plataformas de vacuna individuales”.

Según destacaron, “en comparación con los resultados obtenidos con la dosificación homóloga de ChAd-ChAd (solo AstraZeneca), la estrategia de dosificación de ChAd-BNT (AstraZeneca y Pfizer) dio como resultado respuestas inmunes significativamente mayores y más robustas contra las variantes de preocupación Alfa (británica), Beta (sudafricana) y Gamma (Manaos)”.

Es un parche de microagujas que ofrece una inmunización más efectiva. Según un estudio, puede ser autoadministrado. La técnica se puede adaptar para aplicar formulaciones contra la gripe, el sarampión, la hepatitis o el COVID-19.

Es más, los análisis evidenciaron que los “títulos neutralizantes fueron aproximadamente tres veces más altos que los de los grupos a los que se les administró BNT-BNT (solo Pfizer)”. “Las estrategias de dosificación mixta multiplataforma han demostrado resultados de inmunogenicidad ventajosos, medidos tanto por las respuestas humorales como por las respuestas celulares”, concluyeron.