El gobernador bonaerense Axel Kicillof, acompañado por el jefe de Gabinete Carlos Bianco, encabezó una conferencia de prensa con los anuncios por restricciones en la provincia de Buenos Aires y aseguró que «No es una ola, es un tsunami», en referencia al incremento de casos registrados en las últimas semanas.

El 28 de julio, se publicó en el Boletín Oficial de la provincia de Buenos Aires que las personas podrán certificar su vacunación contra el COVID-19 a través de las apps Vacunate PBA o Mi Argentina. A esto se le agregó una credencial de vacunación emitida por la provincia, similares a tarjetas de crédito con un código QR, que deriva a los usuarios a la página oficial de Mi Argentina.

El programa de Luis Majul, La Cornisa, fue a vacunatorios de Moreno para conocer los costos y el motivo de su uso. Al consultar, recibieron respuestas distintas respecto a su objetivo. Según Eliana Grandier, coordinadora del vacunatorio de la Universidad Nacional de Moreno, “es un modo más práctico de manejarse ya que el documento en papel se pierde, se moja o te lo come el perro”.

Previo a la publicación oficial estos carnets ya se repartían, pero las autoridades de la Provincia no informaron los costos ni especificaron si se adquirieron en una compra directa o en una licitación.

En este sentido, el programa emitido por LN+, averiguó los costos de impresión con la empresa que figura en los carnets del Vacunate: su precio por unidad es de 50 centavos de dólar más IVA, sin el envío. Es decir, alrededor de 2 mil millones de pesos en el total de todas las credenciales.

Graciela Ocaña, diputada de Juntos por el Cambio, cuestionó el uso político de la vacuna y expresó que es una propaganda del gobierno de Kicillof, ya que cada jurisdicción da distintos certificados. “El nacional, que está en la aplicación Mi Argentina, es virtual. Si una persona lo quiere físico, lo que hace es imprimirlo y listo”, señaló.