Las maniobras fraudulentas o negligentes con vacunas contra el coronavirus, se han vuelto asiduas en Argentina y se conoció ahora un nuevo caso que sacude a la provincia de Corrientes y en el que el director de un hospital, denunció que dos empleados de ese nosocomio robaron fármacos para venderlos en el “mercado negro” a cambio de miles de pesos.

Todo salió a la luz luego de que el cabecilla del Hospital San Roque -situado en la localidad de Esquina – el Dr. Leandro Ramírez, denunciara que dos trabajadores de ese nosocomio habían sustraído dosis de vacunas contra el coronavirus.

 

 

Los señalados son, un enfermero y la responsable del suministro de vacunas.

 

 

La Justicia intervino en el caso e impuso el secreto de sumario en el mismo, por lo que no trascendió a ciencia exacta cuantas vacunas fueron sustraídas y vendidas.

La Fiscalía de Instrucción Penal labra una investigación que salpica no solo a los dos citados trabajadores, sino también a un comerciante. Todos los acusados fueron detenidos y hasta se realizaron allanamientos.

Según medios locales, la banda que integraba este “vacunagate”, ofrecía la inyección con la Sputnik V a $8 mil y la Sinopharm a $9 mil.

En los últimos días, Corrientes, recibió más de 16 mil dosis de la vacuna Sputnik V y otras 21 mil de la vacuna Sinopharm para continuar con la campaña de inoculación contra el coronavirus.

Ahora la investigación judicial, busca “atar cabos sueltos”, y determinar la cantidad exacta de dosis robadas, qué ocurrió con aquellos que debían recibirlas y dar con los compradores que accedieron al producto de forma espuria.

 

Vacunas y polémica: otro antecedente en Corrientes

Este último caso, no es único antecedente que tiene la provincia de Corrientes al hablar de escándalos relacionados con vacunas contra el coronavirus. Cabe recordar que en marzo pasado, el ministro de Salud de la provincia, Ricardo Cardozo, quedó envuelto en polémica luego de chocar en un vehículo, durante una misión oficial a la localidad de Goya.

Cardozo viajaba manejaba la camioneta y fue llamativo el hecho de que no lo hiciera un chofer, como ocurre habitualmente.

En el coche accidentado, se encontró un importante lote de vacunas que oscilaba entre 400 y 600 dosis.