En las últimas horas se supo que Argentina y Brasil encabezan la lista negra de numerosos países que recomiendan no visitar la región, por considerarla de “alto riesgo” y de “riesgo sin precedentes” para cualquier turista que decida ingresar al país.

La noticia marca una señal de indudable derrota de la gestión de Alberto Fernández al frente de la pandemia. A pesar de las medidas anticipadas, de la cuarentena más larga del mundo y de ser uno de los pocos países que recibieron grandes cantidades de vacunas, el virus se ha propagado sin control.

Por ejemplo, en el caso de Estados Unidos, la gestión de Joe Biden incluyó en el “Nivel 4: No viajar” a países como Chad, Kosovo, Kenia, Haití, Mozambique, Rusia y Tanzania, además de Argentina y Brasil.

La lista refleja en el contexto internacional lo que los empresarios argentinos viven a nivel doméstico. Un largo devenir de medidas restrictivas, con una cuarentena que se extendió sin control a lo largo de todo el año pasado derrumbando la economía nacional y dejando a un gran número de ciudadanos en la calle, que sin embargo no ha arrojado los resultados esperados y, hoy por hoy, se encuentra cerca de repetirse.

A poco más de un año de aquel épico discurso del presidente Fernández en el que aseguró que “entre la economía y la salud, mi elección es salvar las vidas de las personas”, la realidad golpea a la gestión, que se debate entre una economía en situación terminal, con un dólar contenido entre algodones y una pandemia que llevó la ocupación de las unidades de terapias intensivas en el AMBA al 90 por ciento. Todo lo que podría salir mal, al parecer, salió mal. (www.REALPOLITIK.com.ar)