Se trata de un análisis realizado por el infectólogo Carlos Barclay, apoyado en estadísticas internacionales. Las variantes del virus y la carrera por frenar su propagación. “Hay que vacunarse y hay que cuidarse”, advirtió.

Pasó más de un año de la declaración de la pandemia por Covid-19 y las investigaciones médicas continúan girando en torno a aportar mayores precisiones sobre el alcance que podría tener el virus. El infectólogo Carlos Barclay conversó con Radio Seis acerca de la información disponible luego de una serie de investigaciones de carácter internacional.

“Todo sigue apuntando a los murciélagos como fuente y al discusión es el huésped intermedio. Es probable que haya estado antes del mercado de mariscos en Wuhan y la cuestión masiva haya sido el principio de diseminación del virus”, comentó acerca del origen establecido y su origen en un ambiente natural por sobre las teorías de “bioterrorismo”.

Barclay aseguró que el comportamiento del virus es “un tema que preocupa y nos sorprende al mismo tiempo”. Explicó que, por su composición, se trata de un virus ARN “altamente mutable” ya que, cada vez que se replica, siempre logra una pequeña modificación. Según describió, esas variantes hacen que el sistema inmune no las reconozca y podamos tener reinfecciones o incluso que las vacunas no combatan a algunas de ellas.

Pero este proceso no es algo desconocido para la ciencia médica. Lo mismo sucede con el virus de la gripe y la necesidad de contar con vacunas diferentes todos los años. El especialista dijo que aparecieron “muchísimas mutaciones” de la Covid-19, aunque luego surgieron otras que pusieron “en tela de juicio” la efectividad de las vacunas. Los casos más estudiados son los de las cepas del Reino Unido, la sudafricana, la brasilera y la de California.

“De todas esas, la más estudiada es la sudafricana que mostró que la vacuna de Oxford (AstraZeneca) fue menos eficaz, un 22{688a8ce96c256f08401d8e2f5c8db48dc2792b622bdd2a5bb1e6509fa5d7b8e2}”, afirmó acerca de una variante que comparte característica con la cepa P1 de Manaos.

Barclay reconoció que el escenario “preocupa” y que se continúa con las investigaciones en torno al efecto protector de las vacunas.

Acerca del aumento de casos en Bariloche, consideró que se trató de un verano “complicado” en el que las terapias estuvieron al borde del colapso durante dos meses: “eso rebalsa la internación en terapia intensiva y después las muertes”. Según analizó, el incremento de los casos de coronavirus se registró desde diciembre: “se relajaron las medidas de protección, ocurrieron las fiestas, las reuniones masivas, la apertura del turismo sin ningún tipo de control previo”.

Los números oficiales establecen que más de 15.000 barilochenses se contagiaron la Covid-19 desde el inicio de la pandemia.  Sin embargo, a partir de estudios de modelado que se apoyan en los sistemas de detección y rastreo, que establecen que en zonas como Corea del Sur se deben multiplicar por dos los casos oficiales, en África por 17 y en Argentina por 6, en Bariloche se puede estimar que “más de la mitad (de la población) ya se infectó”.

Según las estimaciones, unas 90.600 personas tuvieron contacto con el virus y “si ese fue el número de infectados, el número de muertes no sorprende”.

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Las estadísticas también permiten conocer que el mayor número de muertes se da en los hombres y que el 80{688a8ce96c256f08401d8e2f5c8db48dc2792b622bdd2a5bb1e6509fa5d7b8e2} de las víctimas fatales eran mayores de 60 años. Sin embargo, el mayor número de infectados se da en las personas de 20 a 40 años “que son los que contagian a los adultos y se mueren”.

Ante este panorama, y el comportamiento de un virus que se replica de una forma “no controlada”, es que Barclay consideró importante la carrera por cubrir a un alto grado de población con la vacuna. “Hay que apagar el incendio”, graficó acerca del estado de situación general.

Para el infectólogo, la vacunación es la única alternativa. “Sabemos que a partir de los 14 días de la primera dosis de cualquiera de las vacunas se empieza a generar cierto grado de protección”,  dijo y reveló que una recién publicación en Lancet, una prestigiosa revista médica británica, se publicó un trabajo con la Sputnik V que muestra que, a los 18 días de haber recibido una dosis, se alcanzaba un 70{688a8ce96c256f08401d8e2f5c8db48dc2792b622bdd2a5bb1e6509fa5d7b8e2} de protección.

Barclay opinó que la decisión de vacunar con una sola dosis y extender el período para recibir el segundo compuesto se trata de un “dilema ético” sin solución ya que apunta al menor daño en la población. “Estamos muy lejos”, evaluó respecto al ritmo de vacunación en la Argentina y alejó la posibilidad de lograr la “inmunidad de rebaño” a cambio de “vacunar a las personas que se enferman gravemente y entran en Terapia Intensiva”.

“Tengo cierto grado de frustración”, confió el médico acerca de la rapidez con la que se elaboraron vacunas contra la Covid-19 pero la falta de drogas que permitan un tratamiento. Frente a esta realidad, es que insistió en que las personas deberán vacunarse y cuidarse con los protocolos ya conocidos.

 

 

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