The Lancet publicó a finales de febrero un artículo titulado “Aclarar la evidencia sobre las pruebas rápidas del antígeno SARS-CoV-2 en las respuestas de salud pública al COVID-19”. El documento da un veredicto condenatorio sobre el procedimiento de detección de COVID que ha hecho que se lleven a cabo cierres, bloqueos y restricciones en prácticamente todo el mundo: la PCR.

Los problemas de las PCR, que fueron rechazados como «teorías de la conspiración» hasta hace apenas unas semanas, ahora han sido confirmado tras ser publicado en la revista médica más reconocida del mundo como lo es The Lancet. El documento dice lo siguiente:

«La prueba de Sars-Cov-2 es esencial para el manejo de COVID-19 y se ha basado en la tecnología de reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa (PCR). La PCR busca el código genético del virus en hisopos nasales o faríngeos y lo amplifica en 30-40 ciclos, duplicando cada ciclo para que se puedan detectar copias diminutas y potencialmente aisladas. Los fragmentos de ARN pueden persistir durante semanas después de que se haya purificado el virus infeccioso. A menudo, en personas sin síntomas o con exposiciones conocidas».

También menciona lo devastador que ha sido y está siendo para el «bienestar social» y la economía usar esta prueba como método de detección del COVID.

“No obstante, la acción de salud pública requiere un enfoque diferente. Las pruebas para frenar la propagación de Sars-Cov-2 no preguntan si alguien tiene ARN en la nariz debido a una infección anterior, sino más bien si es infeccioso en la actualidad. Hay una pérdida neta para la salud, el bienestar social y económico de las comunidades cuando los individuos posinfecciosos dan positivo y se aíslan durante 10 días.»

«En nuestra opinión, las pruebas de PCR actuales no son el estándar de oro apropiado para evaluar una prueba de salud pública Sars-Cov-2».

Entre otras cosas, el problema del valor de los ciclos también se aborda en el documento.

Estos hallazgos contrastan totalmente con la opinión de muchos «expertos» que se han ‘llenado la boca’, y tal vez también los bolsillos, defendiendo estas pruebas como eficaces con la ayuda de los medios de comunicación. Por ejemplo, el respetado científico alemán Karl Lauterbach, profesor de epidemiología y economía de la salud en la Universidad de Colonia, el cual afirmó con total seguridad en octubre pasado que las pruebas eran prácticamente fiables al 100{688a8ce96c256f08401d8e2f5c8db48dc2792b622bdd2a5bb1e6509fa5d7b8e2}:

“Si la prueba de PCR es positiva, entonces la probabilidad de que esté realmente sano es … Yo iría tan lejos como para decir que cero.»

Sin embargo, aunque este estudio fue publicado ya hace casi dos semanas, seguimos viendo como los gobiernos siguen realizando pruebas PCR en todo el mundo. Lo mismo vimos en diciembre, cuando a finales de noviembre se publicó otro estudio donde científicos exigían la retirada oficial del estudio que representa la base de las pruebas PCR por contener hasta «9 errores científicos graves». Igualmente se siguieron haciendo tests PCR e imponiendo restricciones estrictas en muchos países durante el invierno en base a los resultados de estos tests.