Es año electoral, y las elecciones de medio término están cada vez más cerca. Con la fecha probable en mente y con los índices de desaprobación cada día más altos, el gobierno de Axel Kicillof puso en marcha un plan de recaudación masiva para financiar una campaña que le permita obtener la mayoría en la siempre pendular Legislatura bonaerense.

Una de las estrategias más viejas en el libro político es, sin dudas, la de obtener dinero a través de multas e intimaciones. Para ello, el gobierno bonaerense decidió instalar, a modo de prueba piloto, cámaras lectoras de patentes en una de las dependencias que la planta de Verificación Técnica Vehicular (VTV) posee en 520 y 19, de La Plata. La plataforma consulta automáticamente la base de datos de deudas, tanto de multas como de automotores, para intimar en su domicilio a los conductores que asisten al lugar.

En una segunda etapa, y en una maniobra todavía más agresiva, la gestión de Axel Kicillof también aspira a apostar a empleados públicos en el playón de la planta para que aborden a los conductores y procedan a intimarlos personalmente.

Finalmente, este medio también supo que el programa de recaudación también apunta a eliminar bonificaciones a remises, taxis y hasta a aquellos que ostenten una oblea de discapacitado: de avanzar el proyecto, el gobierno solo será benevolente con los discapacitados motrices. (www.REALPOLITIK.com.ar)