La lista de los acomodados por el gobierno del Frente de Todos sigue creciendo. A los funcionarios Martín Guzmán y Fernando «Chino» Navarro se sumaron familiares del poder, como los suegros de Sergio Massa, e intendentes que no superan los 40 años de edad, como los de Carmen de Areco y Avellaneda.

Más aún, la justicia investiga qué pasó en el Hospital Posadas -en las próximas horas el fiscal Guillermo Marijuán podría allanar el lugar- al igual que el Ministerio de Salud de la Nación y los hospitales del municipio de Avellaneda en donde se vacunó con total discrecionalidad.

Entre los sindicalistas, no solo la familia Moyano se habría vacunado. Carlos West Ocampo -del gremio de Sanidad- y Héctor Daer -CGT- estarían entre los beneficiarios. Según Graciela Ocaña, diputada denunciante, el saliente Ministro Ginés González García derivaba una partida de vacunas rusas a los gremios que, a su vez, distribuían alegremente entre sus cúpulas.

Claudio Arévalo, secretario General de ATE Quilmes, también apareció con la Sputnik. No es personal de riesgo. En el sur del conurbano bonaerense, la situación es sumamente irregular. En Avellaneda, se vacunó el ex intendente Jorge Ferraresi y el joven sucesor, Alejo Chornobroff. Pero también lo hizo el ex subsecretario de Desarrollo Social, Benicio «Pantera» Gutiérrez.

En Morón aparecieron las fotos de jóvenes militantes de La Cámpora de 20 años subiendo las fotos a redes sociales ofreciendo un brazo a la Patria.

En Ezeiza se habla de familias enteras vacunadas por las relaciones que mantienen con Alejandro Granados, histórico intendente del municipio. De allí es Gabriel Coon, el párraco que también pasó por un vacunatorio sin ser personal de riesgo.

En Carmen de Areco, está por explotar el caso del Tour de la Vacuna. Allí aparecen jubilados de la ciudad de Buenos Aires que llevaron a vacunar por su militancia kirchnerista. Su intendente, Iván Villagrán, con 35 años, también se vacunó tras la confirmación que la Sputnik era segura.

El escándalo continuará…