En una declaración que fue definida por sus representantes legales como “sentida” y “dura”, Ivone Kukoc, la madre del delincuente muerto de un tiro por la espalda por el policía bonaerense Luis Chocobar después de que cometiera un violento robo en el que dejó al borde de la muerte a un turista norteamericano, dijo que espera que se haga Justicia.

Mientras, en las inmediaciones de los tribunales de Comodoro Py, manifestantes de organizaciones sociales que, en el contexto del juicio a Chocobar, protestaban contra el “gatillo fácil”, mantuvieron un entredicho con guardias de Infantería de la Policía de la Ciudad que estaban apostados en la zona para evitar enfrentamientos con los “autoconvocados” que se citaron en el mismo lugar para apoyar al suboficial bonaerense en el proceso en su contra y clamar por su inocencia.

“La mujer dijo que Chocobar tiene hoy la posibilidad de ser juzgado, posibilidad que no tiene su hijo [Juan Pablo Kukoc], que fue asesinado por la espalda mientras se escapaba cuando ya no representaba un riesgo y un peligro para nadie”, explicó, al terminar la cuarta audiencia del juicio, Pablo Rovatti, titular del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de Delitos de la Defensoría General de la Nación (DGN), funcionario que asiste a la madre del ladrón muerto, que en el debate ante el Tribunal Oral de Menores (TOM) N°2 es parte querellante.

“Por respeto a su dolor de madre”, según explicó Soto, la defensa de Chocobar decidió no hacerle preguntas a Ivone Kukoc.

 

Los autoconvocados que apoyan al policía Chocobar
Los autoconvocados que apoyan al policía Chocobar Fuente: LA NACION – Crédito: Ignacio Sánchez

 

La declaración de Kukoc, que hizo por videoconferencia desde Salta, donde vive, fue el hecho saliente de la cuarta audiencia del juicio, que continuará el miércoles próximo a las 8 con una inspección en el lugar de los hechos, en el barrio de La Boca.

Por las medidas de prevención para evitar la propagación del Covid-19, el juicio es semipresencial. En la sala de audiencias estuvieron los jueces Adolfo Calvete y Fernando Pisano, Chocobar y su abogado Fernando Soto. El tercer integrante del tribunal, Jorge Ariel Apolo, la fiscal Susana Pernas y las demás partes del proceso siguen las alternativas a través de videoconferencia.

El juicio tiene “carácter reservado” porque en el banquillo de los acusados, además del uniformado, está el supuesto cómplice del ladrón muerto, quien en el momento de los hechos era menor de edad.

El hecho

Chocobar llegó a juicio acusado de homicidio por exceso en el cumplimiento del deber. El hecho por el cual terminó imputado ocurrió el 8 de diciembre de 2017, cuando Frank Joseph Wolek paseaba por La Boca y fue interceptado por Kukoc y un cómplice con fines de robo. Los delincuentes le arrebataron una cámara de fotos. El turista norteamericano, que hoy tiene 56 años, se resistió al asalto y recibió varias puñaladas, una de ellas, en el corazón; quedó al borde de la muerte.

La situación fue advertida por tres vecinos que corrieron tras los asaltantes. A esa persecución se sumó Chocobar, que había salido de su casa y se dirigía a tomar el colectivo 24 para llegar a Avellaneda, donde prestaba servicio en la Policía Local.

Según declaraciones de los testigos y del propio policía, Chocobar dio la voz de alto en dos oportunidades y realizó tres disparos intimidatorios al aire para que Kukoc se detuviera. Este segundo episodio ocurrió en la esquina de Olavarría e Irala. Para entonces, el otro sospechoso se había separado de Kukoc y pudo escapar.

Según los tres vecinos que perseguían a Kukoc, lograron arrebatarle al ladrón una de las cámaras de fotos que le habían robado a Wolek. Pero ante el temor de ser atacados por el asaltante abandonaron la persecución y regresaron a la esquina de Garibaldi y Olavarría para asistir al turista malherido.

Chocobar siguió solo tras Kukoc, que en esa parte del trayecto ya se había quitado la campera de Boca que llevaba puesta y que usó para envolver la mano en la que, supuestamente, sostenía el cuchillo con el que amenazaba a quienes intentaban capturarlo, según consta en la descripción del suceso realizada por el juez de menores Enrique Velázquez.

Antes de llegar a Irala y Suárez, según declaró, Chocobar volvió a dar la voz de alto y disparó dos tiros que hirieron al sospechoso en la parte posterior del muslo izquierdo, seis centímetros por encima de la cresta ilíaca. En su indagatoria, el policía dijo que había disparado porque en un momento de la persecución el sospechoso se dio vuelta, se puso de frente a él y amenazó con atacarlo. También expresó que había apuntado de tal forma que los disparos dieran de la cintura para abajo del ladrón, con el fin de evitar lesiones en sus partes vitales.

Llegado el momento, el juez Velázquez procesó a Chocobar. “En punto a la falta de recaudos en el momento de efectuar los disparos, cabe destacar que el propio Chocobar expuso que al disparar lo hizo blandiendo su pistola con una sola mano, ya que con la otra se cubría el rostro para defenderse de una posible agresión de Kukoc, situación que lo coloca en un obrar, cuanto menos, alejado de una actitud profesional exigible a cualquier personal policial”, sostuvo en el auto de procesamiento.

Por su parte, el fiscal Marcelo Martínez Burgos afirmó en su dictamen que Chocobar “nunca tuvo la intención de matar”. Y agregó: “La presencia del exceso se traduce en la desproporción del medio utilizado porque, si bien se extralimitó, quedó más que probado que su finalidad en modo alguno era quitarle la vida a Kukoc”.

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