Los incendios que por estas horas afectan a más de un millón de hectáreas en Cordoba  y en nueve provincia argentinas mas , como La Pampa, Río Negro y Buenos Aires dejaron en evidencia la necesidad de aviones hidrantes que puedan combatir el fuego en grandes superficies.

Las condiciones de sequía extrema que se registran en gran parte del país, sumado a la acción del viento norte, pusieron bajo riesgo extremo de incendios forestales no sólo a Córdoba donde la situación en la serranía seguía descontrolada, sino también a otras regiones como Corrientes, Chaco, Formosa, Santiago del Estero, Salta, Tucumán, Entre Ríos y Santa Fe. En efecto, las autoridades de esos distritos ya lanzaron advertencias a los pobladores rurales para que procedan a la realización de cortafuegos o zanjas alrededor de sus hogares para evitar el avance de las llamas en caso de que el fuego se propague.

La compra que no fue 

Pero, en un capítulo del relato, año 2012, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció la adquisición de las aeronaves… pero en 2015 desde su propio gobierno la desmintieron. Chubut estaba bajo fuego. Hoy, los incendios que azotan nueve  provincias reafirman la carencia de prevención y la falta de naves para esas emergencias.

La tragedia que acecha a esas provincias actualizó otro dislate kichnerista: la compra de 26 naves por $57 millones que iban a ser utilizados para este tipo de emergencias.

Casi como una broma del día de los inocentes un 28 de diciembre de 2012, Cristina Kirchner anunció con bombos y platillos las nuevas inversiones en autobombas y aviones para el Plan Nacional del Manejo del Fuego cuya suma ascendía a más de $100 millones.

Pero el falso anuncio no resistió hasta la llegada del recambio presidencial y cuando en marzo de 2015 se produjo en Chubut uno de los mayores incendios forestales en la Patagonia la ausencia de los aviones quedó al descubierto.

El titular del Sistema Federal del Manejo del Fuego, Jorge Barrionuevo, había asegurado, unos días antes de los incendios, que las aeronaves eran aviones fumigadores modificados para arrojar hasta 2.000 litros de agua sobre las zonas afectadas. Pero solo se pudo ver seis de esos aviones en Chubut. El resto se encontraban en otras provincias o dedicados a “tareas de observación”.

Al Gobierno no le quedó otra que salir a admitir que la inversión nunca había sido realizada. En un comunicado la Secretaría de Medio Ambiente Indicó: “Los 26 aviones hidrantes nunca se compraron” y aclararon que “en realidad el anuncio fue la incorporación de la flota, pero a través de una licitación para alquilarlos”

La decisión se tomó porque el alquiler es una “opción más barata que la adquisición y posterior mantenimiento de semejante número de aeronaves”.

La indignación causada por la falta de aviones para combatir los incendios forestales buscó acallarse aludiendo motivos económicos. Sin embargo, la “excusa” se disuelve cuando queda al descubierto la gestión para comprar un avión de lujo para transportar al personal de la Policía Federal Argentina que depende del Ministerio de Seguridad que comandaba Nilda Garré.

Una investigación realizada por el sitio Eliminando Variables dio cuenta que la Policia Federal realizó una contratación directa en formato de adjudicación simple por exclusividad de una aeronave de lujo para hasta 9 pasajeros y dos pilotos. Se trataba de un avión Cessna Citation XLS+, del año 2010, cuyo costo rondaría los 9 millones de dólares.

De ese modo quedó al descubierto las discrepancias a la hora de distribuir el presupuesto nacional.

En la región afectada reclaman equipamiento del Plan Nacional del Manejo de Fuego (vehículos livianos de rápida entrada y salida y forestales), la utilización de aviones hidrantes y pistas en condiciones en el futuro. En el combate de los incendios forestales trabajaban 500 bomberos