El exfuncionario del Servicio Penitenciario Federal Fernando Carra pidió su sobreseimiento en la causa de espionaje ilegal al desmentir los dichos de un testigo de identidad reservada que lo había apuntado como quien intentaba realizar las operaciones de “ablande” a detenidos del kirchnerismo para que se arrepintieran. Denunció a ese testigo por falso testimonio.

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El chef espía admitió que hubo espionaje ilegal
En un tramo del expediente se puso la lente sobre las responsabilidades de las autoridades del SPF durante el gobierno de Mauricio Macri cuando se espiaba a ex funcionarios opositores y empresarios detenidos en la cárcel de Ezeiza.

Carra, exmano derecha del entonces director Emiliano Blanco, y que aún no ha sido convocado a indagatoria, considera que debe ponerse fin al estado de incertidumbre que hay respecto de su persona y su posible participación en lo que se denomina “capítulo servicio penitenciario” de la causa de espionaje ilegal.

El abogado Fernando Herrera consignó en un escrito que la supuesta participación de Carra en los ilícitos solo es mencionada por un agente de identidad reservada que lo ubica en la cárcel de Ezeiza como una de las personas que entrevistaba a los detenidos por causas de corrupción que estaban en el programa IRIC.

Se lo sindicó como un funcionario que aprovechó su posición en el servicio para “ablandar o intimidar a personas determinadas a someterse a la ley de arrepentidos o colaboración a cambio de morigeraciones o inclusiones como testigos protegidos”.

Carra denunció a ese testigo de falso testimonio y pidió que se investigue si existió un “acuerdo orquestado mediante un mecanismo absolutamente aceitado y que necesito la connivencia de terceras personas vinculadas a la función pública”.

Esos detenidos, que ahora son querellantes en la causa, “jamás fueron “ablandados” o amenazados por Carra”, dice el escrito apoyándose en las declaraciones de las propias víctimas.

En su momento, Carra había hecho una declaración espontánea en la que admitió entrevistas con detenidos en distintas cárceles como por ejemplo con Luis D’Elía para interiorizarse por los problemas de salud que padecía.

Dijo que fueron varios los ex detenidos del kirchnerismo los que le comunicaron algunos problemas que fueron debidamente atendidos.

Para pedir su sobreseimiento, Carra citó la declaración testimonial de varios ex funcionarios que estuvieron presos y que ahora son querellantes, y que relataron algunos problemas que padecieron y que fueron solucionados por Carra.

En el escrito se citó por ejemplo el testimonio de otra de las víctimas de espionaje ilegal, el empresario Fabián De Sousa, quien en lo referente a Carra dijo que ”se presentaba como alguien que se ponía a disposición nuestra para facilitarnos cosas que necesitábamos… nos hacía preguntas sobre la situación que vivía dentro del penal y me pedía también que le brindara mis reflexiones sobre el comportamiento y la actitud de los agentes penitenciarios y de los compañeros de convivencia privados de su libertad”.

También el ex vicepresidente Amado Boudou, que estuvo detenido, declaró que Carrá “se presentaba para saber cómo estábamos o si necesitábamos algo”.

En su declaración testimonial, otro de los querellantes y ex detenidos, Cristóbal López, dijo que Carra “preguntaba si necesitábamos algo y si estábamos bien… le pedí una bicicleta fija y como nunca la consiguió ya la tercera vez en adelante no quise verlo más”.

“En igual sentido que los demás testigos y ante 16 preguntas de la Fiscalía negó haber sido presionado o ablandado por Carra o cualquier otra persona. Solo referenció que el único que le hacía preguntas sobre su causa era una persona que la conocía como “el negro de requisa” ya que no recordaba su nombre y era así como lo llamaban”, recordó el letrado sobre la declaración que hizo Cristóbal López.

Los testimonios de quienes ahora son querellantes en la causa, dejan a Carra en una “situación absolutamente ajena” a las maniobras de espionaje ilegal, concluyó el abogado Fernando Herrera.

Otro argumento que Carra utiliza para pedir el sobreseimiento es el contenido de su teléfono celular que fue secuestrado durante un allanamiento a su casa.

“Surge categóricamente la relación de Fernando Carra no solo con los detenidos en el módulo 6 sino con sus familiares, abogados, apoderados y personajes vinculados a la política de éste gobierno y siempre en miras de mejorar el funcionamiento del Servicio Penitenciario Federal”, resaltó el letrado sobre el celular de Carra.

En el escrito, la defensa destacó que “del contenido extraído del celular secuestrado surge que la noche anterior al allanamiento (9/6/2020) el Sr. Carra le envió un mensaje de whatsapp al Secretario de Justicia de la Nación Juan Martín Mena y al Subsecretario de Política Criminal Pablo Barbuto informándoles que en función de las noticias periodísticas sobre el tema, se iría a presentar por propia voluntad ante el Juez Villena para despejar cualquier tipo de duda”.

Desconoció así lo dicho por el testigo de identidad reservada, (TIR 1). “Resulta casi imposible de imaginar que de haber existido alguna vez alguna acción de ‘ablande’ hacia las personas descriptas, difícilmente los mismos hubiesen seguido en notorio contacto con el Sr. Carra, desde aquellas personas liberadas, hasta los actuales funcionarios del gobierno, ya que la acción mencionada por el TIR 1 habría sucedido entre el 2017 y 2018”, explicó el letrado.

“Los dichos del testigo de identidad reservada no resultan simples hechos que merezcan comprobación fáctica sino un mecanismo orquestado con el fin de engañar a las autoridades judiciales e implicar falazmente a personas inocentes con sucesos falsos que nunca ocurrieron. Lo habrá efectuado a cambio de algo? Por ello solicitaremos una ardua investigación que desentrañe la veracidad de los hechos”, advirtió la defensa.-

Destacó también el letrado que la Inspectora General Sonia Alvarez declaró por ante la Comisión Bicameral de Inteligencia que Carra cada vez que concurrió al CPF 1, cumplió con todos los protocolos y reglamentos de seguridad, “siempre quedaron registrados como corresponde, tanto sus ingresos como sus entrevistas con los internos, y que la misma jamás recibió órdenes de dirección nación para liberar la zona a Carra”.

Además recordó que la misma AFI reconoció que Carra no era agente de la AFI.

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