MADRID, 4 ago (Reuters) – El rey emérito español Juan Carlos se ha trasladado a la República Dominicana tras decidir abandonar su país al verse acosado por un aluvión de escándalos, informaron el martes los periódicos La Vanguardia y ABC, sin citar fuentes.

El rey emérito español Juan Carlos se ha trasladado a la República Dominicana tras decidir abandonar su país al verse acosado por un aluvión de escándalos. Foto de archivo de una visita oficial a Francia, el 27 de marzo de 2006. Foto de Nebinger-Orban/ABACAPRESS.COM

La presión se ha ido acumulando sobre el otrora popular y ahora controvertido rey emérito desde que los fiscales españoles y suizos empezaran a investigar el supuesto soborno cobrado en un contrato de tren de alta velocidad en Arabia Saudí.

En una carta publicada el lunes por la Casa Real, Juan Carlos le decía a su hijo que abandonaba España para poder permitirle gobernar sin problemas “ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi vida”.

La Vanguardia dijo que el exmonarca de 82 años viajó en coche a Portugal el lunes por la mañana y desde allí voló a la República Dominicana, donde planea quedarse unas semanas con una familia que hizo su fortuna con las plantaciones de azúcar, antes de buscar un nuevo destino.

Las primeras reacciones a la partida de Juan Carlos pusieron de manifiesto que España está dividida sobre si su anterior rey, que fue una figura destacada en la transición del país a la democracia tras la muerte del dictador Francisco Franco, debería haberse quedado para hacer frente a la justicia.

En pleno cruce de conjeturas sobre a dónde podría haberse trasladado, el canal de televisión portugués TVI24 y el tabloide Correio da Manhã dijeron el lunes que Juan Carlos estaba en Cascais, una zona turística cerca de Lisboa, donde pasó parte de su infancia. Los medios portugueses no citaron ninguna fuente.

El abogado de Juan Carlos, Javier Sánchez-Junco, dijo en una breve declaración que, pese a la decisión de irse, el anterior rey de España “permanecería a disposición de la fiscalía”.

El rey Felipe VI agradeció a Juan Carlos su decisión de dejar el país, subrayando “la importancia histórica que el reinado de su padre representa” para la democracia en España.

Juan Carlos ascendió al trono en 1975 tras la muerte del dictador Francisco Franco y se ganó el respeto de los españoles por el papel que desempeñó para guiar al país hacia la democracia.

Pero su popularidad se hundió en los últimos años debido a una serie de escándalos, lo que le llevó a renunciar a la corona en 2014.

LA MONARQUÍA, “COMPROMETIDA”

El periódico suizo La Tribune de Geneve informó en marzo de que Juan Carlos había recibido, en concepto de comisión, 100 millones de dólares del difunto rey saudí por un contrato de ferrocarril de alta velocidad.

A esto le siguió un goteo regular de informaciones en su contra en los medios de comunicación españoles, incluyendo la noticia de que le dio parte de ese dinero a una antigua amante.

Juan Carlos I ha declinado en varias ocasiones hacer comentarios al respecto.

Los monarcas españoles tienen inmunidad durante su reinado, pero su abdicación en 2014 deja la puerta abierta al proceso judicial.

La salida de Juan Carlos I llega en un momento difícil para España, golpeada por uno de los peores brotes de coronavirus de Europa y en medio de un ambiente político tenso y polarizado.

El vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y líder de Podemos, Pablo Iglesias, dijo que Juan Carlos I debería haberse quedado en España.

“La huida al extranjero de Juan Carlos de Borbón es una actitud indigna de un ex Jefe del Estado y deja a la monarquía en una posición muy comprometida”, manifestó Iglesias.

El grupo parlamentario de su partido fue más allá, diciendo en un comunicado que no había razón para continuar con una monarquía “carente de los mínimos valores éticos”, abriendo potencialmente una brecha con su socio de gobierno, el Partido Socialista, que la defiende.

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