Días atrás, la causa por escuchas ilegales que se cursa actualmente en el juzgado de Daniel Rafecas explotó en los medios de comunicación cuando se supo que numerosos dirigentes políticos, periodistas, empresarios y figuras públicas del país se encontraban en la lista de los espiados.

Según aclaró el abogado Gregorio Dalbón, se trataba de una red de espionaje ilegal que lideraban, aparentemente, Mauricio Macri junto a Marcos Peña, acompañados por Gustavo Arribas y la ex titular de la AFI, Silvia Majdalani. Se servían, según consta en la causa, de empleados y funcionarios de segundo rango como Susana Martinengo, secretaria dedicada al manejo de documentos y con estrecho vínculo con el presidente Macri, y Darío Nieto, secretario privado del mandatario.

Insólitamente, la estrategia del macrismo fue desconocer a Martinengo, a pesar de que la misma tenía un contacto asiduo con toda la plana mayor del gobierno y hasta ocupaba su propio despacho en la Casa Rosada. “Intentar desconocer a una secretaria propia no es una buena estrategia”, advirtió Dalbón al respecto. Según el abogado, el objetivo de las escuchas ilegales era variado, desde espiar a los dirigentes políticos opositores y hasta incluso los propios, como Horacio Rodríguez Larreta María Eugenia Vidal, hasta obtener información con el objetivo de “comprar empresas a precio vil, venderlas y enriquecerse con dinero que llevaban al extranjero”, aseguró.

En el complejo entramado que configuró la red de espías, sobresale el caso de Miguel Ramón Alfonso, que se presentaba como cartonero pero que luego, en el curso de la investigación que lidera Rafecas, se supo que en realidad se trataba de un ex policía federal y espía inorgánico de la AFI.

Supuesto cartonero, Alfonso se sacaba fotos junto a Diego Santilli, quien se presume era uno de sus objetivos, y visitó durante el 2018 la Casa Rosada en cuatro oportunidades. Acorde a material fotográfico, su destino era puntualmente el despacho de Susana Martinengo. quien fue sindicada como posible nexo entre la red de espionaje ilegal y el ex presidente Mauricio Macri.

La información personal de Alfonso resulta llamativa para un cartonero. Durante los últimos años presentó cinco domicilios distintos. El primero en la calle Saavedra al 300, otro en Cañada de Gómez al 5100 y otro en Mariano Acosta al 2800. Presentó como oficial, sin embargo, un cuarto domicilio en la localidad de El Dorado, en la provincia de Misiones, y su teléfono celular está registrado en un quinto domicilio sobre la calle Martín Guerrico en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Actualmente, Alfonso tiene préstamos personales de numerosas entidades financieras, como Hogal Total SA, Compa La Financiera Argentina, Electrónica Megatona y Coppel SA, por montos menores, pero lleva atrasos en prácticamente todas, encontrándose en situación 4 para la mayoría.

Según supo REALPOLITIK, Alfonso perteneció a la Policía Federal Argentina con el escalafón de cabo primero desde el 2005 hasta el 2012, cuando fue exonerado por faltas graves. Estuvo en el área de Inteligencia y fue agente inorgánico de la Agencia Federal de Inteligencia.

Tuvo un conflicto con Juan Grabois, a quien acusó de manejos sospechosos de los fondos de la cooperativa de cartoneros, presentándose vestido con las prendas oficiales de la organización. Horas después, autoridades de la misma aseguraron que Alfonso no es socio de la cooperativa, no trabaja ni trabajó jamás allí, sino que es un ex policía federal y puntero del Pro.

En una de sus visitas a la Casa Rosada, Alfonso se fotografió junto a Susana Martinengo y el secretario General de los Municipales de Junín, Maximiliano Magistrello, íntimo amigo del intendente Pablo Petrecca y asiduo de las reuniones que el intendente organizaba en torno a la macrista ONG Pensar.

Acorde a la investigación judicial, sus reuniones no tenían un objetivo social, sino el de reportar información de las escuchas ilegales a Martinengo, quien a su vez reportaría las carpetas a sus superiores, especialmente NietoMauricio Macri y Marcos Peña. En efecto, durante una de las escuchas que llegó al despacho de Rafecas, se asegura que “el Uno ya está al tanto de todo”, en una obvia alusión al por entonces presidente.

Finalmente, vale destacar que, actualmente, Magistrello se encuentra purgando una condena a ocho años de prisión en la unidad carcelaria 49 de Junín por abuso sexual a una menor de edad. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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