Varios países de Europa devolvieron los test por estar defectuosos y dar falsos negativos:

España, Turquía y República Checa recibierondecenas de miles de kits de diagnóstico rápido que desecharon por inservibles, mientras que Holanda tuvo que retirar rápidamente miles de mascarillas que distribuyó entre personal de sanidad porque no protegían contra el virus.

El gobierno de China asegura que investiga el origen de los productos, mientras que una de las firmas señaladas en el caso de las pruebas rápidas dicen que sus clientes no han sabido usar el producto.

Se suma también Gran Bretaña

Mientras Boris Johnson sigue al mando de Reino Unido desde la cama de un hospital de Londres, el Gobierno británico admite un gran fiasco, otro más en Europa, con los test para la detección rápida del coronavirus. Ninguno de las 17 millones y medio de pruebas de anticuerpos comprados por Downing Street es lo suficientemente fiable para ser utilizado.

El Ejecutivo, que había vendido la compra masiva de tests como una “revolución” en la estrategia contra la pandemia, ha tenido que reconocer que está pidiendo el reembolso de estos kits fallidos y que ya renegocia con los proveedores para intentar conseguir una partida que sí pueda ser eficaz.

John Newton, el responsable de test de las autoridades sanitarias, concretó que el material comprado en China sólo es capaz de detectar con precisión el virus en las personas que presentan “síntomas graves”, según recoge The Times.

 

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